Durante la Asamblea General que ha celebrado en El Escorial (Madrid) Cáritas aborda las claves para orientar el desarrollo del voluntariado del mañana

Manuel Bretón interviene en la Asamblea General
Manuel Bretón interviene en la Asamblea General Cáritas

La Declaración final de la asamblea hace referencia al programa de acción para los próximos años en el ámbito del voluntariado, que deberá encauzarse a través de cinco esferas temáticas: la diversidad y la flexibilidad; la identidad y el sentido; la participación y la comunidad; el acompañamiento y la formación; y la organización y las opciones

Manuel Bretón, presidente de Cáritas Española: “Me gustaría que en la acción voluntaria del mañana fuéramos capaces de que el Evangelio que nos inspira se hiciera realidad, sin interpretaciones, únicamente sentido y vivido a través de nuestro corazón, con la confianza, alegría, fe y esperanza que nos da el sabernos amados por Dios y con la enorme responsabilidad de luchar por los más desfavorecidos”

La LXXXII Asamblea General de Cáritas Española, celebrada el 29 y 30 de junio en la localidad madrileña de El Escorial, ha permitido sentar las bases para avanzar en la definición de las claves que ayuden a orientar el desarrollo de los planes de voluntariado en los ámbitos diocesanos y regionales de la Confederación, y que sirvan para adaptar el voluntariado en Cáritas a las exigencias del nuevo contexto social y eclesial.

Este ha sido el eje central de las sesiones de la Asamblea anual, cuya ponencia marco, desarrollada por Luis Aranguren, profesor asociado de Ética en la Universidad Complutense de Madrid, versó sobre el tema “La acción voluntaria del mañana”. Este mismo tema se retomaría en el conversatorio posterior protagonizado por cuatro personas voluntarias de Cáritas, que compartieron sus experiencias con el conjunto de los más de 150 directores y delegados episcopales de las 70 Cáritas Diocesanas de toda España presentes en El Escorial.

Debilitamiento en las comunidades

Como se recoge en la Declaración final de la Asamblea, aprobada en la última sesión del encuentro celebrada a esta misma mañana, “junto al análisis del proceso de debilitamiento que venimos detectando de nuestras comunidades cristianas, fuente tradicional del voluntariado de Cáritas, hemos abordado también las oportunidades que se van configurando en la realidad social emergente para abrir caminos en la experiencia del voluntariado dentro de nuestra organización”.

Para conseguirlo, “necesitamos incorporar la diversidad que aportan nuevas formas de expresión de la gratuidad que están emergiendo y que contribuyan a fortalecer, desde las claves de la cercanía, la escucha, el cuidado y la proximidad, la relación de ayuda con los participantes, centro de nuestro ser y hacer”.

Dos técnicos de Cáritas en la sede del Centro de escucha de Cáritas Guadalajara
Dos técnicos de Cáritas en la sede del Centro de escucha de Cáritas Guadalajara Cáritas Española/Rocío Peláez

En esa línea, la Declaración hace referencia al programa de acción para los próximos años en el ámbito del voluntariado, que deberá encauzarse a través de cinco esferas temáticas: la diversidad y la flexibilidad; la identidad y el sentido; la participación y la comunidad; el acompañamiento y la formación; y la organización y las opciones.

Crecen la pobreza y la precariedad

Durante esta cita plenaria anual, la primera que se celebra a la luz de los nuevos Estatutos de Cáritas –aprobados por unanimidad en la última Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal—, los participantes han tenido ocasión de compartir las experiencias desarrolladas dentro los distintos territorios diocesanos y parroquiales de la Confederación, y las respuestas que se están dando a los efectos en las personas más vulnerables causados por una sucesión de crisis acumuladas, tanto dentro de nuestro país como en aquellas regiones del planeta más golpeadas por la precariedad donde la acción de Cáritas Española está presente.

La Declaración final se hace eco de esta realidad y muestra su “alarma ante la dimensión del problema que reflejan nuestros propios datos en España, según los cuales una de cada cuatro personas está en situación de exclusión social en nuestro país, una de cada tres carece de ingresos suficientes para vivir dignamente y un 7% de la población no tiene ningún tipo de ingreso”.

“Nuestras Cáritas –se afirma— son testigos de cómo, a pesar del despliegue del denominado 'escudo social', se acrecienta la pobreza y la precariedad de miles de familias, y se dispara la desesperanza de una legión doliente de nadies, de descartados, de personas que ven cada vez más reducidos sus derechos básicos y su legítimo acceso a los bienes”.

Manuel Bretón
Manuel Bretón

Por su parte, Manolo Bretón animó a todos los asambleístas a “no parar, a seguir con nuestra tarea diaria, paso a paso, reforzando y asumiendo el papel que a cada uno nos ha correspondido, e intentando llegar a todo aquel que lo necesite, pero también manteniéndonos firmes en ese camino hacia adelante que nos marca frecuentemente el Papa Francisco cuando nos habla de la necesitas de hacer 'reforma', que no es 'pintar' un poco las cosas, darles lustro”.

“Reforma es dar otra forma a las cosas, organizarlas de otra manera”, afirmó el presidente de Cáritas, recordando, para ello, una de las orientaciones estratégicas aprobadas en la reciente Asamblea de Cáritas Internationalis celebrada en Roma donde se apuesta por “hacer más eficaz la labor de nuestra Cáritas, sobre la base de miembros cada vez más profesionales y eficaces, siendo requisito fundamental para todos los que trabajamos en esta gran casa, ocupándonos de los más necesitados, la competencia y consiguiente formación”.

En esa línea, Manuel Bretón, apelando también al tema central de la Asamblea sobre los retos que afronta actualmente la esencia del voluntariado en Cáritas, confesó: “Me gustaría que en la acción voluntaria del mañana fuéramos capaces de que el Evangelio que nos inspira se hiciera realidad, sin interpretaciones, únicamente sentido y vivido a través de nuestro corazón, con la confianza, alegría, fe y esperanza que nos da el sabernos amados por Dios y con la enorme responsabilidad de luchar por los más desfavorecidos”.

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