El cardenal italiano y Josep Borrell, protagonistas de la jornada matinal del encuentro por la paz Basetti: “Si no acogemos, no tendremos derecho a llamarnos discípulos de Jesús”

El cardenal Basetti, hoy, en Madrid
El cardenal Basetti, hoy, en Madrid

El presidente del Episcopado italiano alertó de "una Europa distraída, que se vuelve autorreferencial, replegada en sí misma"

El ministro de Asuntos Exteriores pide "dejar a Dios en paz" en la construcción europea

Claro, conciso, contundente. El presidente del Episcopado italiano, el cardenal Basetti, cerró su intervención en el encuentro por la paz de San'tEgidio con un rotundo llamamiento a la acogida de inmigrantes y refugiados, que llegan a las costas europeas a través del Mediterráneo. “Si no acogemos, no tendremos derecho a llamarnos discípulos de Jesús”.

El purpurado, que participó en una mesa redonda en el Seminario de Madrid, destacó que el Mare Nostrum “fue la patria de la paz en Occidente, y es la patria de las tres grandes religiones monoteístas (Islam, Cristianismo y Judaísmo”. Aún más: “el Mediterráneo es un espacio físico y social, de gran relevancia para la historia de Europa y del mundo”.

Olvidar esto, en su opinión, nos convierte en “una Europa distraída, que se vuelve autorreferencial, replegada en sí misma”. Ante esto, Basetti mostró el “riesgo de resolver los problemas (de la migración) con medidas que van del temor al miedo”. “No hay que tener miedo, así no se resuelven los problemas. El problema se resuelve con el diálogo, favoreciendo la paz y la convivencia de todos”.

"Jesús era un mediterráneo"

“Jesús era un galileo, Jesús era un mediterráneo”, culminó Basetti, quien insistió en que el primer mensaje, con el que se anunció su nacimiento, no fue otro que “Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”. Esto es especialmente relevante en nuestro entorno.

“El Mediterráneo une y divide al mundo. La historia moderna dice que cuando el Mediterráneo ha sido usado para dividir a los ricos de los pobres, acabamos por sufrir y hacer sufrir. Es un engaño peligroso y demagógico pensar que las divisiones y los muros nos dan garantía”.

Por su parte, el ministro de Exteriores, Josep Borrell, uno de los últimos en sumarse al evento, recalcó que, en el tema de la paz, “los problemas son globales y los instrumentos que permitían esa interdependencia entre países se están desgastando porque existe la voluntad explícita de desgastarlos".

Josep Borrell

“La intención es pasar al unilateralismo, la ley del más fuerte. Desde los acuerdos de París no se ha vuelto a firmar ningún pacto internacional de peso, pero sí se han deshecho unos cuantos, como el compromiso nuclear con Irán. Ahora hay más inestabilidad nuclear y el veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se usa más que nunca. Contra eso, el mejor antídoto es la Unión Europea, que es multicultural en su esencia", subrayó el ministro-

Sobre el papel de las religiones, Borrelll sostuvo que “tenemos que dejar a Dios en paz, en el sentido de que entre los valores fundacionales de Europa está también el laicismo, sin que eso signifique que no tengamos en consideración los valores que las religiones han tenido para la configuración del continente, particularmente la religión cristiana”.

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