Las personas con Síndrome de Down enriquecen la sociedad La Cafetería 440 cumplirá tres años… y se va a quedar

La Cafetería 440 es una obra social de la Iglesia de Concepción, dependiente de la Fundación Laudato Si’, que a finales de octubre cumplirá tres años desde su apertura.

El Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali, afirmó que la cafetería nació “por la necesidad de dar trabajo a jóvenes con Síndrome de Down”. Y sostuvo que ya que no es fácil encontrar empresas que los contraten, “nosotros hemos creado nuestra propia empresa”.

En ese sentido, sostuvo que “lo que nos mueve es mostrar que las personas con Síndrome de Down están absolutamente capacitadas para trabajar, para ganar un sueldo y para prestar un servicio a la sociedad”.

Un inicio difícil

La Cafetería 440 fue inaugurada el 22 de octubre de 2019, a días del inicio del estallido social, que implicó manifestaciones a cuadras del recinto y toques de queda.

Magdalena Mella, Jefa de Operaciones, relató que “en ese tiempo éramos un equipo de trabajo pequeño, formado por seis personas (...) y cuando ya estábamos teniendo cierta estabilidad en cuanto a clientes y eventos programados, se inició la pandemia de covid-19, lo que generó que tuviéramos que cerrar la cafetería, ya que no podíamos atender público”.

Ante esta situación, comenzaron a vender con delivery y “de a poco nos fuimos reactivando hasta que ya pudimos abrir de forma completa, con atención al público. Actualmente hemos podido ampliar el horario de atención, aumentar el equipo de trabajo y próximamente esperamos sumar a más jóvenes con Síndrome de Down”.

“Cafetería 440 se va a quedar”

Pese a que considera que “es una cafetería muy sufrida”, Monseñor Chomali señaló que han aprendido de estas experiencias y enfatizó que “la Cafetería 440 se va a quedar, porque estos jóvenes tienen el derecho de tener un trabajo. Y por lo tanto estamos prestando un mejor servicio”.

En ese contexto, manifestó que “queremos convertir esto en un centro cultural, donde ya varios artistas han venido a presentar sus obras, y también generar un ambiente grato y fraterno”.

Asimismo, Julieta Romero, quien es la Jefa de Local, señaló que espera que “la cafetería se convierta en un espacio de encuentro, un espacio de visibilidad de la inclusión y no solamente al tener a jóvenes con Síndrome de Down, sino que aquellas instituciones que se dedican a la inclusión y que si bien hay muchas, pero están muy dispersas, vean en Cafetería 440 un lugar de encuentro, un lugar donde puedan disponer de información y entregar información de lo que tienen, de lo que hacen, de dónde están”.

“Entonces, de alguna manera, la cafetería se puede posicionar como un icono de la inclusión en la ciudad de Concepción”, recalcó.

Roberto Daroch y Cristian Seguel son dos jóvenes con Síndrome de Down que se desempeñan en Cafetería 440 y ambos expresaron su alegría por tener un trabajo. “Me gusta trabajar en Cafetería 440, estoy feliz y le he ganado puro cariño”, señaló Roberto. Mientras que Cristian relató que “me gusta trabajar aquí, me tratan bien, viene gente, compran cosas, toman cafecito, toman tecito, todo eso”.

"Me gusta trabajar en Cafetería 440, estoy feliz y le he ganado puro cariño", señala Roberto

Uno de los anhelos del Arzobispo de Concepción es que también haya una cafetería como esta en Coronel, Lota y Arauco, “porque si en Concepción las personas con Síndrome de Down tienen muchos problemas para integrarse a la sociedad, para encontrar un trabajo, mucho más lo tienen en esa zona”.

“Ya estamos haciendo los contactos con las personas vinculadas a esta área para lograr, ojalá el próximo año, tener esas cafeterías ya instaladas”, puntualizó.