Pide que la Corte Penal Internacional investigue posibes delitos de genocidio por parte de Israel El Consejo Mundial de las Iglesias exige un alto el fuego permanente en Gaza

"Que todas las partes implicadas para que se comprometan inmediatamente a un alto el fuego permanente en Gaza, garanticen el acceso humanitario sin trabas desde todas las fronteras y la entrega de cantidades suficientes de ayuda a todos los que la necesitan, y participen en procesos políticos significativos que permitan a los pueblos de la región vivir en paz y dignidad". Este es el llamamiento lanzado por el Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de las Iglesias, en una declaración aprobada durante su reunión anual, que hoy termina en Colombia.

En una ‘Declaración sobre la escalada de la crisis en Gaza‘, a la que ha tenido acceso a RD, el organismo que aglutina a confesiones cristianas de todo el mundo, constata cómo el número de muertos en la franja desde los atentados de Hamás el 7 de octubre ha superado las 36.000 personas, de los que más de dos tercios son niños y mujeres; cómo ocho de cada diez gazatíes están desplazados, con la mitad de las viviendas destruidas, y la práctica totalidad de infraestructuras civiles, educativas o médicas destrozadas. 

Un sufrimiento, señala el CMI, que se debe “a la naturaleza indiscriminada de las acciones militares israelíes en el territorio, y a la falta de respeto por los principios fundamentales del derecho humanitario internacional y la moral”. “Detrás de estas estadísticas anónimas, están todos los niños, mujeres y hombres de Gaza cuyas vidas, medios de subsistencia, familias, comunidades, esperanzas y aspiraciones han sido destruidas en esta brutal guerra”, añade.

Detrás de estas estadísticas anónimas, están todos los niños, mujeres y hombres de Gaza cuyas vidas, medios de subsistencia, familias, comunidades, esperanzas y aspiraciones han sido destruidas en esta brutal guerra

“No hay lugares seguros para los niños de Gaza. Todos han estado expuestos a las experiencias traumáticas de la guerra y la pérdida, cuyas consecuencias serán de por vida e intergeneracionales”, lamenta el CMI, que critica cómo “el gobierno de Israel ha intentado demonizar a la UNRWA y añadirla a la lista de organizaciones terroristas”.

Por ello, el Consejo Mundial de las Iglesias exige a la comunidad internacional que “redescubra su compromiso moral y legal con la igualdad de derechos humanos de todos”, al tiempo que reclama “la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes retenidos en Gaza sin violencia, así como de las personas detenidas en Gaza y Cisjordania sin el debido proceso legal”.

Acusaciones de intención genocida

En cuanto a la actuación de Israel, la declaración sostiene cómo “la naturaleza de la guerra, la enormidad de los impactos sobre la población de Gaza y las declaraciones de los dirigentes israelíes han dado lugar a acusaciones de intención genocida”. “Como ha afirmado el secretario general del CMI, esas acusaciones merecen ser juzgadas por los órganos pertinentes del derecho internacional, es decir, la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional”, recalca.

“Defendemos la santidad de la vida dada por Dios y aborrecemos la pérdida de tantas vidas preciosas, tanto palestinas como israelíes. Reafirmamos nuestra creencia en la justicia como fundamento esencial de una paz y una reconciliación sostenibles”, apunta la nota, que muestra su confianza en que “las iglesias y las comunidades religiosas tienen un papel profético esencial en la promoción de la justicia, los derechos humanos y la dignidad, la autodeterminación, la democracia y la paz en toda la región”. 

Entre las propuestas de la declaración, el CMI hace “un llamamiento a todas las partes implicadas para que se comprometan inmediatamente a un alto el fuego permanente en Gaza, garanticen el acceso humanitario sin obstáculos desde todas las fronteras y la entrega de cantidades suficientes de ayuda a todos aquellos que la necesiten, y se comprometan en procesos políticos significativos que permitan a los pueblos de la región vivir en paz y dignidad”.

Al tiempo, “instamos a todos los miembros de la comunidad internacional a que redescubran su compromiso moral y legal con la igualdad de derechos humanos de todos, a que defiendan y apliquen los principios del derecho internacional sin discriminación, y a que intensifiquen sus esfuerzos para promover y aplicar una paz justa en la región basada en estos principios”, al tiempo que insta a los gobiernos del mundo a “reducir la violencia, rebajar las tensiones y fomentar la paz y la estabilidad a largo plazo en la región, incluidos los embargos de armas y el cese de las transferencias de armas que sustentan la violencia y el derramamiento de sangre”.

“Instamos a nuestras iglesias miembros a abordar el desafío del sionismo cristiano en sus propias comunidades, que absuelve al Estado de Israel de sus responsabilidades legales y morales, y victimiza al pueblo palestino, incluidos los ciudadanos cristianos palestinos de Tierra Santa”

“Instamos a nuestras iglesias miembros a abordar el desafío del sionismo cristiano en sus propias comunidades, que absuelve al Estado de Israel de sus responsabilidades legales y morales, y victimiza al pueblo palestino, incluidos los ciudadanos cristianos palestinos de Tierra Santa”, finaliza la declaración, que hace un llamamiento “a las autoridades israelíes y a todos los miembros de la comunidad internacional para que garanticen la rendición de cuentas y la prevención de la escalada de violencia de los colonos en Cisjordania, las demoliciones de viviendas y las detenciones arbitrarias”. 

Al tiempo, hace hincapié en la necesidad de “subrayar la importancia crítica de respetar el statu quo religioso e histórico de Jerusalén, así como la identidad pluralista de la ciudad y su santidad para las tres religiones monoteístas. Las crecientes amenazas al statu quo de Jerusalén han exacerbado las tensiones y los riesgos de conflicto en toda la región, incluida Gaza”.