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Manos Unidas: "Esta Cumbre tiene el potencial de cambiar las reglas del juego"
(Manos Unidas).- En la Carta de Sostenibilidad de los sistemas alimentarios, aprobada por los ministros de Agricultura del grupo de países del G20 el pasado 18 de septiembre, se recordaba un hecho incontestable: "seis años después de la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, una cuarta parte de la población mundial todavía experimenta inseguridad alimentaria y el mundo está fuera de camino para alcanzar el Objetivo del Hambre Cero".
Con esta realidad de fondo tiene hoy lugar la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de Naciones Unidas, que busca sensibilizar y establecer compromisos y medidas mundiales que transformen los sistemas alimentarios, con el objetivo de erradicar el hambre, reducir las enfermedades relacionadas con la alimentación y proteger el planeta.
Un sistema alimentario comprende todos los aspectos de la alimentación y la nutrición de las personas: cultivo, cosecha, envasado, procesamiento, transporte, comercialización y consumo de alimentos. Abarca todas las interacciones entre las personas y el mundo natural (tierra, clima, agua, etc.) y sus efectos sobre la salud y la nutrición humana. Abraza los insumos, instituciones, infraestructura y servicios que apoyan el funcionamiento de todos estos factores. E incluye el papel de las dietas y las prácticas culturales en la configuración de los resultados.
Un sistema alimentario es sostenible cuando proporciona alimentos nutritivos y adecuados para todos sin comprometer la salud del planeta o las perspectivas de que las futuras generaciones tengan satisfechas dignamente sus necesidades alimentarias y nutricionales.
"Sin sistemas alimentarios sostenibles no se podrá abrir la puerta de un porvenir sereno y constructivo"
Los fenómenos meteorológicos extremos que estamos viviendo, y la pandemia de la Covid-19, han mostrado las deficiencias de nuestros sistemas alimentarios, que suponen una amenaza contra la vida y los medios de subsistencia de personas de todo el mundo.
Esta Cumbre tiene el potencial de cambiar las reglas del juego. Pero corre el riesgo de convertirse en un momento para que las empresas y el sector privado promuevan sus soluciones, aunque éstas hayan demostrado ser inadecuadas para lograr el objetivo final de garantizar el derecho a la alimentación para todos y proteger el planeta al mismo tiempo. Y es probable ignore las voces, la experiencia y los conocimientos de los pequeños agricultores, lo que no alimentará al mundo de forma sostenible ni luchará contra la pobreza, y solo mantendrá intacto el orden de las desigualdades.
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