Denuncian las "actitudes o comportamientos racistas" presentes en nuestro país Los obispos recuerdan que "los migrantes son condición de futuro" para la Iglesia y la sociedad españolas

Mensaje de los obispos
Mensaje de los obispos Pastoral Migraciones

El Departamento de Migraciones trabaja en un proyecto internacional junto a las diócesis concernidas por la “Ruta atlántica” en África y Europa para promover una Guía de hospitalidad internacional y campañas de información en los países de origen o de tránsito

"Estamos alentando en cada diócesis, la constitución de Mesas de Migraciones que coordinen y promuevan esta acogida, promoción integral e inclusión pastoral y social"

"La experiencia de estos últimos años constata la diversidad cultural que configura un nuevo rostro del Pueblo de Dios y de la sociedad en España, nos hace decir que los migrantes son condición de futuro de nuestra Iglesia"

"Dondequiera que las personas decidan construir su futuro, en el país donde se ha nacido o en otro lugar, lo importante es que haya siempre allí una comunidad dispuesta a acoger, proteger, promover e integrar a todos, sin distinción y sin dejar a nadie fuera”

"Siempre diremos no al racismo. Hemos de cultivar una espiritualidad de la hospitalidad y seguir dando a conocer la Enseñanza Social de la Iglesia". Los obispos españoles han querido denunciar, en su mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado (24 de septiembre), "actitudes o comportamientos racistas" que se dan en España "a nivel individual o estructural".

Te regalamos ‘Informe RD – Claves del Sínodo de la Sinodalidad’

En el escrito, que lleva por título el lema de la Jornada, 'Libres para elegir si migrar o quedarse', la comisión presidida por José Cobo subraya cómo "la experiencia de estos últimos años constata la diversidad cultural que configura un nuevo rostro del Pueblo de Dios y de la sociedad en España", que confirma que "los migrantes son condición de futuro de nuestra Iglesia", pese a los ataques recibidos y el reto del invierno demográfico.

La Iglesia aboga por políticas, leyes y buenas prácticas a nivel europeo y nacional, que contribuyan a facilitar los permisos de trabajo y residencia de las personas migrantes, regularizar su situación administrativa y el acceso a una vivienda digna

En este sentido, añaden, "la Iglesia aboga por políticas, leyes y buenas prácticas a nivel europeo y nacional, que contribuyan a facilitar los permisos de trabajo y residencia de las personas migrantes, regularizar su situación administrativa y el acceso a una vivienda digna".

Corredores humanitarios

"Consideramos que es preciso un nuevo modo de abordar las migraciones, ordenando los flujos migratorios, garantizando todos los derechos desde los países de origen, tránsito, en las fronteras, en el mar y en todo el territorio nacional.  Cuando sea preciso activarlos, insistimos en el valor de los “corredores humanitarios”. La mejor manera de luchar contra las mafias es una migración ordenada", insiste el texto episcopal.

Todo ello dejando claro, como cita el mensaje del Papa, "la necesidad de promover el derecho a no migrar", pues los migrantes "escapan debido a la pobreza, al miedo, a la desesperación”. En sintonía con las palabras del Papa, el episcopado español plantea una serie de "aportaciones constructivas". 

La ley del más fuerte

En primer lugar, afirman, "si las personas han de ser libres para elegir si migrar o quedarse en su tierra, es necesario garantizar condiciones de bienestar en las zonas de origen de los flujos migratorios" y "poner fin a las injusticias económicas", tanto "allí como aquí". "La competitividad y la ley del más fuerte, que a menudo llevan a privar a los países más desfavorecidos de los recursos necesarios para su desarrollo, deberían dar paso a las ayudas económicas y a la condonación de las deudas, así como a la reducción de las sanciones internacionales que dificultan que los Estados brinden el apoyo adecuado a sus poblaciones", exigen los obispos españoles.

Del mismo modo, "allí donde las circunstancias permitan elegir si migrar o quedarse, también se ha de garantizar que esa decisión sea informada y ponderada, para evitar que tantos hombres, mujeres y niños sean víctimas de ilusiones peligrosas o de traficantes sin escrúpulos". En esta línea, el Departamento de Migraciones trabaja en un proyecto internacional junto a las diócesis concernidas por la “Ruta atlántica” en África y Europa para promover una Guía de hospitalidad internacional y campañas de información en los países de origen o de tránsito.

Signos de esperanza

Junto a las críticas, los obispos también plantean algunos "signos de esperanza" que se ven en nuestro país respecto al fenómeno migratorio. 

1.- En muchas parroquias, vida consagrada y otros espacios eclesiales vamos conformando transversalmente un “nosotros” integrador que promueve “Comunidades Acogedoras y Misioneras” donde crecer en la experiencia de Dios, en comunión y en participación. Para los católicos, cada migrante es “otro Cristo” porque el Señor Jesús se ha identificado con ellos (Mt 25). En esta línea estamos alentando en cada diócesis, la constitución de Mesas de Migraciones que coordinen y promuevan esta acogida, promoción integral e inclusión pastoral y social.

2.- Son muchas las personas en parroquias, vida consagrada, Cáritas y otras realidades eclesiales, trabajando en la pastoral con migrantes en contextos bien diferentes de nuestro país. Ellos contribuyen a encarnar el rostro de una Iglesia samaritana y que develan el rostro del Dios de Jesús en los migrantes. También crece la implicación de los migrantes luchando por el reconocimiento de su “plena ciudadanía” junto a quienes los acompañan dentro o fuera de la Iglesia.

3.- Se ha propuesto a las diócesis los “Corredores de hospitalidad” para promover la espiritualidad y la cultura de la hospitalidad, el patrocinio comunitario y la solidaridad interdiocesana. Este es un proyecto que debiera interpelar a las diferentes administraciones públicas del Estado a implicarse en una solidaridad entre territorios que permita el tránsito voluntario y el acompañamiento de jóvenes extutelados y otros colectivos vulnerables desde Canarias a la Península o hacia otros países.

3.- Conectando con otros desafíos de nuestro país, hemos descubierto las oportunidades del mundo rural, queremos contribuir a cuidarlo favoreciendo la revitalización de los pueblos y sus parroquias. La Mesa del Mundo Rural se ofrece para contribuir al arraigo de familias migradas y al futuro de los pueblos y del campo. Fomenta la creatividad y el trabajo en red a favor de una repoblación sostenible.

En todo caso, finaliza el mensaje, “dondequiera que las personas decidan construir su futuro, en el país donde se ha nacido o en otro lugar, lo importante es que haya siempre allí una comunidad dispuesta a acoger, proteger, promover e integrar a todos, sin distinción y sin dejar a nadie fuera”.

Volver arriba