El obispo auxiliar de Madrid pide "aprender a mirar a las personas que llegan a una Europa que vive blindada hasta de Dios" José Cobo: "Es urgente un Plan Nacional de Inmigración"

José Cobo: "Es urgente un Plan Nacional de Inmigración"
José Cobo: "Es urgente un Plan Nacional de Inmigración"

"Es la misma Iglesia que camina aquí y allí. Que celebra hoy la Eucaristía aquí, en la vieja Europa y allí, callada, en Siria, o en Tánger o en Venezuela, o en Colombia o tantos lugares porque Cristo nos une a todos en su Cruz"

El obispo auxiliar de Madrid, José Cobo, presidió ayer una Eucaristía de preparación a la Jornada de las Migraciones. En su homilía, el prelado hizo un llamamiento a “coger la cruz” en “este mundo donde es escándalo el dolor, la fragilidad o la miseria se esconde”.

“Coge tu cruz, mírala, tócala”, proclamó el prelado, quien invitó a “mirar el mundo desde los ojos del crucificado”, que “son los ojos del pobre y del que se entrega por amor”. Una mirada que va más allá de “la política y las leyes particulares, de las diversas ideologías”

“¿Con qué mirada analizamos y miramos a las personas, a los distintos, a los que caminan portando sus cruces por nuestros caminos? , ¿y a los empobrecidos?, ¿y a las víctimas? ¿Cómo mira Jesús?, ¿No será que estamos a veces por otros caminos?”

, se preguntó Cobo, que quiso recordar el viaje que el Papa está llevando a cabo en África, y mirarlo como “oportunidad” para abordar y acoger el fenómeno de las migraciones.

Las migraciones y los grandes desplazamientos es una cuestión nuclear hoy, y muchos de los que estáis aquí lo habéis vivido en primera persona”, apuntó, en una ceremonia en la que estuvieron presentes voluntarios de pastoral con refugiados, y los propios migrantes.

Así, Cobo denunció que “la migración de la que hablamos viene pareja a la desigualdad, a la desforestación, a tantas guerras abiertas, o la gestión de los recursos del planeta. Y produce lo que el Papa llama la globalización de la indiferencia. Donde muchas veces se culpa a las víctimas o se les descarta, por el hecho de ser empobrecidos”.

Coger la cruz

La respuesta, la de Jesús, “coger la cruz”. “En la Cruz de Cristo estamos todos. No son números, ni amenazas. Es Juan, Andrea, Amaya, John, Mohamed… “No son solo migrantes, no hay personas de segunda sin derechos”.

Así, pidió “aprender a mirar a las personas que llegan a una Europa que vive blindada hasta de Dios. Una Europa cada vez más envejecida y metida en un invierno demográfico que no queremos afrontar ni acogiendo a los jóvenes que llegan”.

“Con el Evangelio aprendemos no solo a coger la Cruz. Como a cada uno de los seguidores, ante las migraciones, el Evangelio nos llama a caminar. Juntos, detrás de Cristo, que va el primero con la cruz de todos a cuestas”, señaló el obispo, apuntando cómo “reconforta ver como para la Iglesia no hay fronteras. Es la misma Iglesia que camina aquí y allí. Que celebra hoy la Eucaristía aquí, en la vieja Europa y allí, callada, en Siria, o en Tánger o en Venezuela, o en Colombia o tantos lugares porque Cristo nos une a todos en su Cruz”.

Damos gracias por los que protegen y trabajan por la integración, y por crear escuelas y espacios de acogida, demostrando que el corazón crece así. Damos gracias por este camino en el que algunas parroquias de Madrid recorren al movilizarse para que haya siempre, al menos, una parroquia de guardia en la acogida a migrantes y refugiados, como una llama de amor encendida noche y día”, resaltó, abogando por “los que impulsan soluciones políticas globales que defiendan los derechos de las personas, y se armonicen con las posibilidades de los estados”.

No se trata solo de migrantes

Salvar a los que la mafias condenan al mar

“Queda mucho por caminar. La tarea es dura, Por eso también aquí se nos pide seguir adelante en pobreza y fragilidad. Salvar a los que las mafias condenan al mar es incuestionable para quien se diga humano. Nosotros tenemos ir más allá: edificar torres de vida, y salvar batallas contra las actuaciones de fachada o las que se toman a golpe de campañas”, proclamó, llamando a “cambiar el corazón y crear centros de formación de menores sin tutelar, albergues y propuestas de asentamientos que permitan convivir en paz”.

“Parece urgente un plan nacional de inmigración que desarrolle los pactos globales que impulsa la iglesia católica y que como conocéis fluyen en torno a las acciones de acoger, proteger, promover e integrar”, concluyó el obispo auxiliar de Madrid.

Homilia Jornada Migraciones 2019 by Religión Digital on Scribd

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