En los últimos tres años, más de 200 jóvenes se han sumado al voluntariado joven de la ONG II Encuentro Nacional de Jóvenes de Manos Unidas: compromiso por un mundo más justo y sostenible

(Manos Unidas).- Más de 65 jóvenes de distintas delegaciones de toda España se reunieron para vivir una experiencia transformadora en el II Encuentro Nacional de Jóvenes de Manos Unidas.

En dicho encuentro se dieron cita Responsables de Voluntariado Joven y jóvenes procedentes de toda la geografía española entre 18 – 35 años donde compartir aprendizajes y experiencias, convivir con otros jóvenes, como los que se incorporaron de la Fundación ACOES (socio local de Manos Unidas en Honduras) que están estudiando en España, y conocer las vivencias de quien ha viajado al Sur Global y ha visto de cerca el trabajo que hace Manos Unidas allí.

Revive los mejores momentos del encuentro en este vídeo resumen

Durante tres días, los jóvenes voluntarios de Manos Unidas se convirtieron en comunidad. Fue mucho más que una convivencia: fue una declaración de intenciones. Una apuesta decidida dentro de la estrategia de voluntariado joven de Manos Unidas, que pone en el centro el liderazgo, la conciencia crítica y el compromiso activo de las nuevas generaciones en la construcción de un mundo más justo y sostenible, sin hambre ni desigualdades, además de ser una oportunidad perfecta para sentir de verdad qué significa ser parte de los Jóvenes de Manos Unidas.

“Es una satisfacción saber que somos muchos los jóvenes de todas partes de España que colaboramos y trabajamos de forma voluntaria apoyando la misión de Manos Unidas”, dijo Victoria, voluntaria de la delegación de Sevilla durante el encuentro.

Convivencias, talleres, debates y diferentes actividades marcaron la agenda pensada para conectar, aprender y vivir los valores que los unen.

Aprovechando el lema de la campaña anual de Manos Unidas de 2025 “Compartir es nuestra mayor riqueza” decenas de jóvenes compartieron los mensajes y acciones para cambiar las desigualdades que azotan al mundo.

Entre las diferentes actividades que realizaron, llevaron a cabo una dinámica que simulaba la desigualdad global, donde los participantes experimentaron cómo el modelo económico actual condiciona el acceso a derechos básicos. Primero compitieron, luego cooperaron, y al final, llegaron a la conclusión de que el cambio empieza cuando decidimos compartir.

Una comunidad que crece y se multiplica

La reflexión final fue clara: solo si compartimos, solo si cambiamos nuestros hábitos, es posible construir un sistema en el que todas las personas puedan vivir de manera digna.

Aparte de las actividades, los más de sesenta jóvenes que participaron en las jornadas destacaron el tiempo que pasaron juntos entre actividad y actividad: los ratos de charla, las historias compartidas, las ideas y proyectos que nacieron al unir experiencias de distintas partes de España. Cada delegación aportó sus puntos de vista con el que se construyó un sentimiento de pertenencia a un grupo real, diverso y comprometido que no para de crecer.

“Aquí todos tenemos la preocupación con lo que ocurre en otras partes del mundo y tratamos de mirar más allá de nosotros mismos. Los jóvenes de Manos Unidas compartimos el valor de echar ganas, tiempo y dedicación para personas que están a millones de kilómetros”, dijo Fernando Saiz, técnico de voluntariado joven de la organización.

Los encuentros anuales que se han realizado han supuesto un paso firme hacia el futuro de la organización, un punto de inflexión en el camino del voluntariado de Manos Unidas, que apuesta por incorporar en su estructura una juventud cada vez más activa, visible y comprometida. En los últimos tres años más de 200 jóvenes se han sumado al voluntariado joven de Manos Unidas.

Porque como dijo el Papa Francisco, los jóvenes deben “hacer ruido”. Porque cuando la juventud lucha por sus valores, se escucha y se organiza, es capaz de cambiar el mundo.