Hoy, Día Internacional contra esta lacra Manos Unidas alza la voz para eliminar la violencia sexual en los conflictos

Esterilizaciones forzadas en Perú
Esterilizaciones forzadas en Perú

Denuncia las esterilizaciones forzadas llevadas a cabo en Perú entre 1980 y 2000 durante el conflicto armado interno

Alerta que los esfuerzos de justicia y reparación para las mujeres afectadas siguen siendo insuficientes

Con motivo del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia Sexual en Conflictos (19 de junio), Manos Unidas ha elaborado un vídeo a partir de los testimonios de Raquel Reynoso, presidenta de la Asociación SER, socio local de Manos Unidas en Perú, y Dionisia Calderón, una de las miles de mujeres que sufrieron distintas formas de violencia sexual durante el conflicto armado interno peruano.

Este conflicto, que enfrentó entre 1980 y 2000 al Estado peruano y al grupo terrorista Sendero Luminoso, causó la muerte de casi 70 mil personas, así como innumerables violaciones y otras formas de violencia sexual, desplazamientos de campesinos y la destrucción del tejido social y económico. En este contexto, se estima que entre 1996 a 2000 el Estado peruano esterilizó a más de 270.000 mujeres; en miles de casos sin consentimiento o a través de engaños, amenazas y sobornos.

En la actualidad, las medidas puestas en marcha por el Estado peruano para registrar a las mujeres afectadas y facilitar su acceso a la justicia y la reparación, resultan insuficientes según diversas organizaciones de la sociedad civil.

Durante muchos años, la violencia sexual fue ejecutada, normalizada y tolerada por los distintos actores armados del conflicto, tanto integrantes de los grupos subversivos como agentes del Estado. Los crímenes sexuales —principalmente violaciones, embarazos forzados y abortos forzados—, eran vistos como una falta menor o un daño colateral del conflicto y no como una vulneración a los derechos humanos fundamentales de las mujeres.

Dionisia Calderón, beneficiaria de uno de los proyectos apoyados por Manos Unidas y ejecutados por la Asociación SER, es una de las víctimas de la violencia sexual durante el conflicto y de la esterilización forzada a consecuencia de la aplicación del Programa Nacional de Salud Reproductiva y Planificación Familiar del gobierno de Alberto Fujimori.

Entre los proyectos puestos en marcha por la Asociación SER en la región de Ayacucho, se encuentran aquellos destinados al fortalecimiento y articulación de organizaciones de mujeres para que puedan defender sus derechos y acceder a la justicia, actividades de generación de ingresos para las mujeres y sus familias, iniciativas de fomento de la participación de las mujeres en el ámbito político y público y programas de formación en liderazgo y capacidades productivas para que logren su autonomía económica. 

Ayacucho ocupa uno de los primeros lugares en los índices de violencia ejercida contra las mujeres y es el cuarto departamento más pobre de Perú.

Se estima que un 62,5% de las mujeres en edad fértil han sufrido alguna vez violencia física, un 63% violencia psicológica y un 34,8% violencia sexual.

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