Presidida por el Padre Ángel, también se puede seguir por streaming Misa de acción de gracias en San Antón por los 62 años de 'Cruz de los Ángeles-Mensajeros de la Paz'

Ángel Silva y Ángel García, en Ribadesella
Ángel Silva y Ángel García, en Ribadesella

Fue en Oviedo dónde tuvo lugar la apertura de la primera casa-familia, en la que se acogieron a doce menores, jóvenes e incluso adultos que vivían en la calle

"Recuerdo que aquellos niños, casi todos huérfanos, estaban tristes, como sin esperanza. Entonces, los huérfanos eran seres estigmatizados, que se reconocían por la calle por su vestido, por su corte de pelo y por sus ojos sin brillo y que muchas veces eran señalados con el dedo"

"No fue más que volver a crear para ellos una nueva familia, lo mas parecida a la natural que la vida les negó, con todo lo bueno y lo malo de una familia, con risas y enfados, con ilusiones y problemas. Un hogar sencillo, donde pudieran querer y sentirse queridos"

Desde entonces Mensajeros de la Paz se ha convertido en un árbol frondoso, que acogió a 52.000 niños y a 23.000 ancianos, está presente en 47 países, tiene unos 3.900 trabajadores y le queda cuerda para rato

Dos 'Angeles' con sotana, recién ordenados, soñaron con fundar (y fundaron) el 2 de octubre de 1962, en Oviedo, la 'Cruz de los Ángeles', que acogiese bajo sus alas a los niños abandonados y desamparados: Ángel García y Ángel Silva. “Celebrando una misa en el camino de Santiago, que estábamos haciendo los dos, nos juramentamos para crear esa obra social”, explica el Padre Ángel, que hoy sigue al frente de aquella asociación que, con el paso del tiempo, cambió su nombre por el de 'Mensajeros de la Paz'.

"Recuerdo que aquellos niños, casi todos huérfanos, estaban tristes, como sin esperanza. Entonces, los huérfanos eran seres estigmatizados, que se reconocían por la calle por su vestido, por su corte de pelo y por sus ojos sin brillo y que muchas veces eran señalados con el dedo", añade el presidente de Mensajeros de la Paz.

García y Silva en Covadonga
García y Silva en Covadonga

Fue en Oviedo dónde tuvo lugar la apertura de la primera casa-familia, en la que se acogieron a doce menores, jóvenes e incluso adultos que vivían en la calle. Se trataba de un hogar abierto, sin límites de edad ni de problemática; un lugar donde todos tenían un techo, una cama, compañía y comida. Una casa al cuidado de los dos 'Ángeles'.

“No hicimos más que sacarlos de allí - prosigue el Padre Ángel- para que vivieran en casas como los otros niños, fueran al colegio como los otros niños y que, como los demás, sintieran que tenían un hogar. No fue más que volver a crear para ellos una nueva familia, lo mas parecida a la natural que la vida les negó, con todo lo bueno y lo malo de una familia, con risas y enfados, con ilusiones y problemas. Un hogar sencillo, donde pudieran querer y sentirse queridos".

Un día el Padre Angel recibió una llamada del Cardenal Tarancón, entonces Arzobispo de Madrid, que antes lo había sido de Oviedo. "Ángel, -le dijo el cardenal,- ven a Madrid y crea una obra nacional para poder hacer más cosas, pero que sea una organización laica. Así tendrás más libertad, y podrás llegar a más gente que lo necesite".

García y Silva
García y Silva

Entonces prácticamente nadie sabía lo que era una ONG, pero de esa llamada, y del traslado del Padre Angel a la capital de España, nació la Asociación Mensajeros de la Paz, mientras el Padre Silva seguía en Asturias al frente de la 'Cruz de los Ángeles'.

Desde entonces Mensajeros de la Paz se ha convertido en un árbol frondoso, que acogió a 52.000 niños y a 23.000 ancianos, está presente en 47 países, tiene unos 3.900 trabajadores y le queda cuerda para rato.

Por eso, hoy, en la iglesia madrileña de San Antón (calle Hortaleza, 63), el Padre Ángel presidirá una misa de acción de gracias, “para rezar por todos los que ya se fueron y pedirle a los ángeles que nos sigan protegiendo.

La eucaristía también se puede seguir por streaming en 'sananton.net'.

Ángel Silva y Ángel García, recién ordenados sacerdotes

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