Junto a Jóvenes y Desarrollo se suman a la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado Misiones Salesianas: luchando por integrar a más de 400.000 refugiados

"Aprovechamos para pedir a la comunidad internacional un verdadero compromiso con las personas"

"Sólo pensaba en correr, en salvar la vida. Las tropas avanzaban rápido y huimos con lo puesto" es el testimonio de Janet, de 13 años.

“Sólo pensaba en correr, en salvar la vida. Las tropas avanzaban rápido y huimos con lo puesto”. Es el testimonio de Janet, de 13 años. La guerra en Sudán del Sur le robó a su familia. Como ella, alrededor de 71 millones de personas huyen de sus hogares y cerca de 30 millones lo hacen hacia otros países, convirtiéndose en personas refugiadas. Ser refugiado es ser de ningún sitio, es superar traumas, es empezar la vida de cero….

Desde MISIONES SALESIANAS y JÓVENES Y DESARROLLO estamos comprometidos con la acogida, la protección, la promoción y la integración de las personas refugiadas. Por ello, nos unimos a la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado liderada por la Santa Sede.

Estamos ante la crisis de personas desplazadas forzosas más grave después de la Segunda Guerra Mundial. Por ello, “aprovechamos para pedir a la comunidad internacional un verdadero compromiso con las personas. Para que no dejemos a nadie atrás”, explica José Antonio San Martín, director de MISIONES SALESIANAS.

“Aunque no somos expertos en refugiados, la realidad es que estamos en todo el proceso: en la emergencia, en la acogida y en la reintegración”, explica Juan Linares, presidente de JÓVENES Y DESARROLLO.

Ambas organizaciones, junto a los misioneros salesianos, están atendiendo a más de 400.000 personas en países como Sudán del Sur, Etiopía, Kenia, Uganda o Pakistán. Vivimos en un mundo muy convulso con enfrentamientos en muchos lugares del planeta que obligan a miles de personas a huir y buscar un refugio donde estar seguros.

Cerca de 37.000 personas al día se ven obligadas a huir de sus hogares por conflictos y persecuciones

En Sudán del Sur, la misión salesiana atiende a más de 500 mujeres y niños desplazados y en Centroafricana aún miles de personas viven en nuestras parroquias y centros educativos.

En Turquía y Líbano los misioneros salesianos atienden a familias sirias. En Pakistán, más de 2.200 niños y niñas afganos van a la escuela gracias a la iniciativa de los misioneros salesianos.

En India, más de 22.000 personas que viven en los campos de refugiados cerca de Nueva Delhi son atendidas para que puedan acceder a la educación y a la salud. Y en muchos de esos lugares, como el campo de refugiados de Kakuma (Kenia) o en el asentamiento de Palabek (Uganda) somos los únicos que vivimos con ellos 24 horas al día.

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