El presidente de la CEE participa en el Encuentro Mundial de Hospitales de Campaña Omella: "Necesitamos una mirada más limpia para ver la realidad, que está junto a nosotros"

El cardenal Omella, durante la misa en Santa Anna
El cardenal Omella, durante la misa en Santa Anna

Monseñor Castillo abogada por apropiarse de los modos de Jesús para tratar a los más vulnerables “tratar al pobre desde el pobre y valorar sus historias personales”

Padre Ángel: "Un hospital de campaña no es una iglesia cualquiera, no es solo un banco solidario, no es un albergue, ni un restaurante. El hospital de campaña es también una isla de misericordia, una casa de acogida, donde curar heridas por dentro y por fuera"

"Necesitamos una mirada más limpia que nos cure la mirada, para ver la realidad, que está junto a nosotros". El cardenal de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, presidió la misa del Encuentro Mundial de los Hospitales de Campaña en Barcelona. Acompañado por el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, Omella ha agradecido el trabajo de "quienes trabajáis en el mundo de la marginación", a quienes pidió: "Tenéis que confiar y entender lo que sucede en la vida de esas personas y necesitáis esa mirada".

"Cuando no hay horizonte, perdemos la esperanza. Tenemos que ser reflejo de ese horizonte" apuntó Omella, quien clamó que "todos somos hijos de Dios. Aunque desfigurada la imagen, todos somos hijos de Dios. Al término de la Eucaristía, sor Lucía Caram agradeció al purpurado, en nombre de los participantes -que trabajan en las iglesias '24 horas' repartidas por el mundo- su apoyo a estas iniciativas.

"Fuimos a evangelizar, los pobres nos evangelizaron a nosotros"

Antes, por la mañana, Carlos Castillo, arzobispo de Lima, ofrecía a los participantes una motivación para la jornada de trabajo: “Fuimos a evangelizar y los pobres nos evangelizaron a nosotros”.

Carlos Castillo, durante su intervención
Carlos Castillo, durante su intervención

“El problema del cómo evangelizar no es fácil. Estamos con sujetos que el Señor ha dicho que son los elegidos. Dentro de su marginación está Señor”. Monseñor Castillo abogada por apropiarse de los modos de Jesús para tratar a los más vulnerables “tratar al pobre desde el pobre y valorar sus historias personales”. Terminaba recordando también la importancia de que la comunidad no suponga una destrucción de la subjetividad.

Durante la sesión de la mañana se invitó a los participantes del encuentro a compartir historias que les hubieran cambiado por completo y pudieran ayudar en la labor de acercarse a las personas más desfavorecidas.

Merece una especial mención la participación de los Hermanitos y Hermanitas del Cordero, invitados para ayudar en este encuentro con su testimonio particular de orden mendicante de espiritualidad franciscana y dominica en esta jornada experiencial. Prepararon su intervención a coro y a través de varias anécdotas transmitieron algunas de las enseñanzas principales que han adquirido a los largos de los años compartiendo la propia pobreza. “Herida no dejaré jamás de amar” es el  lema de esta orden.

Los Hermanitos de los Pobres
Los Hermanitos de los Pobres

También intervinieron el P. Pedro Baya, de Buenos Aires y el Padre Benito ___ de México DF. El Padre Baya acerca de la teología del P. Tello que sostenía que “los pobres evangelizan a los pobres”, afirmaba que no había duda que todos buscamos al mismo Dios, por lo que también los pobres necesitan: signos, símbolos y comunidad. 

¿Cómo ser evangelizados y evangelizar?

Desde la Parroquia de Santa Anna proponía una cuestión: ¿cómo ser evangelizados y evangelizar? Y presentaron la experiencia del acompañamiento a los voluntarios más jóvenes del proyecto, para que la experiencia con los pobres se convierta en una experiencia evangelizadora. Que nos sientan cercanos y poder iniciar un diálogo y una relación con ellos que dé lugar a un encuentro más profundo.

El padre Ángel, y Peio Sánchez, durante el encuentro
El padre Ángel, y Peio Sánchez, durante el encuentro

Uno de los coordinadores de voluntarios jóvenes de Santa Anna apuntaba que no hay que perder de vista “la disociación entre lo social y lo catequético especialmente entre las nuevas generaciones que viven el hecho religioso como un hecho irrelevante.” Mientras que se sienten llamados al servicio social, comprueban como cada vez más les parece completamente irrelevante la evangelización. Y habitualmente, se traduce en que la oferta de las actividades sociales y las catequéticas tienen dos públicos totalmente distintos.

Cerraban esta jornada de la mañana el Padre Khalil Jaar, de Jordania y su experiencia con los refugiados llegados de Mosul, el Padre José de Asunción, Paraguay y el Padre Ángel, quien además de compartir alguna anécdota de tantos años de trabajo con personas sin hogar, reflexionaba acerca de las iglesias que quieres ser hospital de campaña: “un hospital de campaña no es una iglesia cualquiera, no es solo un banco solidario, no es un albergue, ni un restaurante. El hospital de campaña es también una isla de misericordia, una casa de acogida, donde curar heridas por dentro y por fuera. Los hospitales de campaña también son oasis de oración.”

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