El fundador de Mensajeros de la Paz, en 'Diàlegs al Palau', junto a Ximo Puig Padre Ángel: "Todos somos iguales; a veces, las jerarquías hay que dejarlas para el sobre"

El padre Ángel, con Ximo Puig, en Valencia
El padre Ángel, con Ximo Puig, en Valencia

Ha remarcado la importancia de "ser conscientes del mundo que vamos a dejar", siempre siendo "mejores personas", algo que "llevamos dentro", y ha incidido en que para serlo "no hace falta ser cura o ser una ONG, sino ser persona"

El padre Ángel ha realizado un alegato por la igualdad entre hombres y mujeres en la sociedad, la política o la propia Iglesia, aunque en este último caso ha lamentado que "todavía no hemos conseguido" que las mujeres puedan acceder al cargo de sacerdote u obispo, pero ha señalado que "sí están en algunos puestos de mando"

El fundador de Mensajeros por la Paz, el padre Ángel, ha pedido aprender de las lecciones que ha dejado la pandemia de coronavirus en los últimos dos años, en un siglo que además ha mostrado que "todos somos iguales", y ha defendido que, "a veces, las jerarquías hay que dejarlas para el sobre".

El padre Ángel ha participado este lunes en un nuevo encuentro de 'Diàlegs al Palau', junto al 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, en el que ha invitado a la sociedad a "ponerse en el lugar del otro" y ha realizado un alegato por la igualdad entre hombres y mujeres.

En su intervención, ha señalado que la pandemia "nos ha enseñado que nos creíamos semidioses" y ha recordado momentos del confinamiento más estricto, cuando "veíamos esas escenas de aplausos".

En esta línea, ha remarcado la importancia de "ser conscientes del mundo que vamos a dejar", siempre siendo "mejores personas", algo que "llevamos dentro", y ha incidido en que para serlo "no hace falta ser cura o ser una ONG, sino ser persona".

Más vale poner el oído que poner la boca

Paralelamente, ha pedido "quererse más" a la sociedad, a la que ha animado a "escuchar a la gente", aquella que está "cansada de que les hablemos". "Vale más poner el oído que poner la boca", ha asegurado.

El padre Ángel ha invitado al mismo tiempo a "luchar" para "no olvidar la pobreza" y ha alertado de aquellas personas que "niegan que la hubiera". "No nos morimos de hambre pero sí de desidia", ha considerado, al tiempo que ha abogado por "compartir la vida".

Sobre este asunto, ha incidido en la situación en particular de las personas sin techo y en situación de sin hogar, un escenario que "impresiona", y ha interpelado al público presente: "Pueden ser pobres, pero nunca perder la dignidad".

También ha realizado un alegato por la igualdad entre hombres y mujeres en la sociedad, la política o la propia Iglesia, aunque en este último caso ha lamentado que "todavía no hemos conseguido" que las mujeres puedan acceder al cargo de sacerdote u obispo, pero ha señalado que "sí están en algunos puestos de mando".

Sobre la gestión política, ha aplaudido medidas como la subida del salario mínimo, en una sociedad en la que uno de sus principales "pecados" es que exista "tanta" juventud que "no haya conseguido ni su primer trabajo". Por ello, ha pedido "esfuerzo", en especial a los poderes públicos. "A veces la gente no los entiende, pero casi es mejor", ha bromeado.

Primero, Religión Digital
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