El Papa suprime la Fundación 'Populorum Progressio', que se transforma en un fondo destinado a los más pobres gestionado por CELAM

El Papa acaba de suprimir la 'Fundación Populorum Progressio', que se transforma en el 'Fondo Populorum Progressio', y que servirá para gestionar, de manera más directa, la ayuda a los más desfavorecidos de América Latina y el Caribe, tal y como Francisco ha anunciado en una audiencia a los miembros de la citada fundación. El Vaticano ha hecho público la decisión papal mediante rescripto, delegando la responsabilidad en el CELAM, en coordinación con el cardenal Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.

En realidad, la decisión supone una 'vuelta a los orígenes' del fondo, que fue instituido por Pablo VI en 1969 para "ayudar a los campesinos pobres y promover la reforma agraria, la justicia social y la paz en América Latina". Fue en 1992 cuando Juan Pablo II estableció la fundación "para promover el desarrollo integral de las comunidades campesinas más pobres de América Latina".

"Condiciones infrahumanas" de las familias pobres

"Quiero expresar mi gratitud a todos los que a lo largo de estos treinta años han trabajado por esta Fundación, que ahora cambia de forma pero -quiero subrayar- mantiene su misión y sigue siendo una obra de caridad del Papa", aclaró el Papa, quien recordó las "condiciones infrahumanas" en las que, tanto ayer como hoy, sobreviven muchas familias en América Latina y el Caribe.

Dentro del camino sinodal emprendido tanto en la Amazonía como a nivel global, Francisco mostró su "esperanza" en que "estas iniciativas de solidaridad demuestren que es posible cambiar, que la realidad no está bloqueada. Si se llevan a cabo con sabiduría y coherencia, serán una señal que esperamos motive a muchos".

En este sentido, la modificación aprobada se inserta dentro de la reforma de la Curia planteada en Praedicate Evangelium. "En este contexto, es necesario promover una mayor vinculación con las Iglesias locales, para hacer más efectivos los programas de desarrollo integral en las comunidades indígenas y afrodescendientes más postergadas, sumidas en la miseria y el abatimiento", señaló Francisco.

Los pobres, parte activa

"Los pobres no deben ser vistos como receptores de obras de caridad. Deben ser parte activa del discernimiento de las necesidades más urgentes", reclamó el Pontífice, quien pidió "liberarse de las mentalidades paternalistas, que amplían la brecha entre quienes están llamados a formar una sola familia".

"Por estas razones, deseando que la ayuda al desarrollo de proyectos siga siendo una expresión de la caridad del Papa, pero que no tenga su centro en la Curia Romana, y también en la línea de la simplificación, he confiado al CELAM la tarea de ayudarnos en el análisis de los proyectos y en su realización", señala Bergoglio, quien otorga la responsabilidad de la administración del fondo al Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.

"Renuevo mi agradecimiento a quienes han prestado sus servicios en la Fundación. Y también quiero expresar mi agradecimiento a las organizaciones internacionales que han colaborado, y les animo a continuar con este compromiso", concluyó el Papa.