El director internacional del SJR recogió el galardón del Premio Padre Arrupe a los Derechos Humanos Tom Smolich, SJ: “El papa es el mejor abogado de los refugiados”

Tom Smolich, sj.
Tom Smolich, sj.

"Inspirados en la visión del Padre Arrupe, imaginamos un mundo en el que los refugiados y otras personas desplazadas por la fuerza tengan protección, oportunidades y puedan ser partícipes de su propio destino"

"Defendemos la necesidad de proteger los derechos fundamentales de los refugiados, en particular el derecho al asilo, la no devolución a un estado donde su vida o seguridad corra peligro, y el acceso a la educación como forma de protección de los niños y adolescentes refugiados"

(Comillas).- Uno de los galardonados en el II Premio Padre Arrupe a los Derechos Humanos del Instituto Universitario de estudios sobre migraciones de la universidad entregado a mediados de mayo, fue el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), un premio que recogió Tom Smolich, SJ, su director internacional, que responde a las preguntas de la universidad.

Fundado en noviembre de 1980 por el Padre Arrupe, SJ, entonces Superior General de la Compañía de Jesús, el SJR acompaña, sirve y defiende los derechos de los refugiados en un mundo en el que cerca de 80 millones de personas se encuentran desplazadas forzosamente, según las últimas cifras de ACNUR. Durante estos 40 años los programas del SJR siguen desarrollándose en 56 países, sirviendo a los refugiados y a otras personas desplazadas por la fuerza en zonas de conflicto y centros de detención, en fronteras remotas y en centros urbanos.

Entre sus labores, el SJR tiene programas de protección de los derechos humanos de los refugiados, apoyo psicosocial y ayuda humanitaria en situaciones de desplazamiento de emergencia o crónicos, con un especial foco en poblaciones vulnerables. Los programas de educación y acceso a medios de vida ayudan al desarrollo de habilidades y crean oportunidades para la integración en las comunidades de acogida. Nuestros proyectos de reconciliación son la expresión de un estilo de trabajo que desde su fundación ha guiado al JRS en sus esfuerzos de proteger a los refugiados.

Comillas: ¿Qué ha significado para el SJR recibir este galardón?

Tom Smolich, SJ: Es una inmensa alegría y un honor para todo el Servicio Jesuita a Refugiados recibir este premio, que lleva un nombre y un rostro tan querido para nosotros, el del Padre Arrupe. Damos gracias de corazón a todo el equipo del Instituto de Estudios Universitarios sobre Migraciones y a toda la Universidad Pontificia Comillas, con quien nos consideramos parte de una misma familia.

C: ¿Cómo define el trabajo del SJR?

TS: El trabajo del SJR expresa el compromiso de la Compañía de Jesús de apoyar a los refugiados en todo el mundo, con la participación de laicos, jesuitas, y otros religiosos, que, durante todos estos años, han estado al lado de los refugiados y desplazados, tratando de dar luz a sus vidas y voz a sus aspiraciones.

C: ¿Cómo inspira el papa Francisco su trabajo con refugiados?

TS: En un mundo en el que los refugiados necesitan más que nunca la acogida, la protección y la justicia, y en el que el rechazo y la demonización son cada vez mayores, el JRS se nutre e inspira del pensamiento y la voz del Papa Francisco, el mejor abogado de los refugiados y desplazados, y quien resume de forma eficaz la acción que a todos los miembros de la Iglesia se nos propone: acoger, proteger, promover e integrar.

El Papa y la escultura a los emigrantes y refugiados
El Papa y la escultura a los emigrantes y refugiados

C: Si tuviera que hablar de un mundo ideal, ¿cómo sería?

TS: Inspirados en la visión del Padre Arrupe, imaginamos un mundo en el que los refugiados y otras personas desplazadas por la fuerza tengan protección, oportunidades y puedan ser partícipes de su propio destino. Mejor aún, en un mundo ideal, este servicio nuestro no tendría que existir porque no queremos un mundo con refugiados y personas expulsadas de sus hogares y de sus vidas tranquilas. Debemos trabajar juntos para que las causas de estas injusticias desaparezcan. Nosotros defendemos la necesidad de proteger los derechos fundamentales de los refugiados, en particular el derecho al asilo, la no devolución a un estado donde su vida o seguridad corra peligro, y el acceso a la educación como forma de protección de los niños y adolescentes refugiados.

Padre Thomas H. Smolich SJ
Padre Thomas H. Smolich SJ

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