TVE estrenó ayer la película basada en la vida del cooperante español "Vicente Ferrer": la vida del hombre que cambió el destino de los intocables
Anoche se estrenó en La 1 de TVE "Vicente Ferrer", la película que narra la titánica lucha del primero jesuita y siempre cooperante, por transformar la vida de los intocables de Anantapur, en la India, y con ella la de todo el país asiático. El filme, al que siguió un completo documental, fue preestrenado el miércoles en Madrid, un acto al que asistió la Reina, la mujer del misionero, Anna Ferrer, y que no contó con la presencia de representante eclesiástico alguno. Sí estuvo el padre Ángel, presidente de Mensajeros de la Paz y que recibió junto a Ferrer el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia.
¿Se puede cambiar el destino de millones de personas condenadas a la pobreza, la ignorancia o la enfermedad? La película trata de dar respuesta a estas preguntas abordando la vida y la obra social de Vicente Ferrer, el hombre que devolvió la dignidad a la casta de los dálits, también llamados intocables, y transformó una tierra desahuciada en un paisaje fértil y productivo.
Aunque el viaje de este hombre recorre toda una vida, Vicente Ferrer se centra en los últimos treinta años de la vida de este catalán universal para narrar su batalla contra enemigos que, de entrada, parecen imbatibles.
La historia comienza con su regreso a la India en 1969, después de un exilio obligado a España, donde Ferrer había sido expulsado tras provocar la ira de sectores dirigentes que habían visto en él una seria amenaza para sus intereses personales.
A sus cincuenta años, acompañado por un reducidísimo grupo de fieles colaboradores (entre los que se encuentra Anne Perry, su futura esposa y socia principal de su incierta empresa) el carismático personaje vuelve en silencio, casi de puntillas, a un país que sentía como suyo, y cuyas autoridades tardarán sin embargo casi treinta años en otorgarle la nacionalidad.
Imanol Arias interpreta de manera magistral a Vicente Ferrer, un símbolo de una actitud en permanente lucha contra la adversidad. Carismático, ambicioso, contradictorio, a caballo entre la arrogancia y la humildad; volcado siempre en los demás y mirando siempre hacia delante, Ferrer es el protagonista absoluto de la historia.
Pícaro capaz de ver donde nadie más ve, de elocuente labia, con ideas claras y una actitud indesmallable ante los obstáculos, su actitud a veces febril a veces serena, está a mitad de camino entre el hombre y el santo, entre el desprendido y el interesado, entre el cielo y la tierra.
El misterio de esta compleja y discutida personalidad es el que tratamos de desvelar en Vicente Ferrer. Una personalidad poderosa imposible de comprender del todo sin la figura de Anna Ferrer, interpretada por Aida Folch.
