'Frenar la desigualdad está en tus manos', campaña contra el hambre de la ONGD Manos Unidas llama a "avergonzarnos del genocidio que supone que cada año mueran millones de personas de hambre"

Campaña contra el Hambre de Manos Unidas
Campaña contra el Hambre de Manos Unidas

El brutal impacto del terremoto de este lunes muestra a las claras, una vez más, cómo la desigualdad produce monstruos, pobreza, hambre, y hace que las catástrofres naturales sean mucho más duras

Los datos son devastadores: actualmente hay 828 millones de personas hambrientas, 150 millones más desde el inicio de la pandemia. 8,7 millones de personas están destinadas a morir, literalmente, de hambre al año. Una cada cuatro segundos, 24.000 al día. 2,7 millones de ellos son niños y niñas

"Nos enfrentamos a un mundo que avanza sin freno y sin mirar atrás por si alguien se queda en la cuneta".

Con el corazón puesto en la desastrosa catástrofe humanitaria en Siria y Turquía, que también provocará muerte, hambre y destrucción, Manos Unidas presentó esta mañana en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid su 64 Campaña contra el Hambre, bajo el lema 'Frenar la desigualdad está en tus manos'.

Antes de comenzar, los responsables de la ONGD de la Iglesia quisieron recordar a las víctimas del terremoto, "devastador", y anunciaron las tareas de urgencia que desempeñarán en Siria, especialmente, y también en Turquía. 

El brutal impacto del terremoto de este lunes muestra a las claras, una vez más, cómo la desigualdad produce monstruos, pobreza, hambre, y hace que las catástrofres naturales sean mucho más duras. Los datos son devastadores: actualmente hay 828 millones de personas hambrientas, 150 millones más desde el inicio de la pandemia. Y es que el hambre y la pobreza siguen aumentando en un mundo global. Una perspectiva que no mejora en el futuro: 670 millones de personas seguirán padeciendo hambre en 2030, lo que supone el 8% de la población mundial.

Casi 3.100 millones de personas no pueden permitirse una dieta saludable, lo que lleva a 8,7 millones de personas a morir, literalmente, de hambre al año. Una cada cuatro segundos, 24.000 al día. 2,7 millones de ellos son niños y niñas. Otros 5,6 millones de personas mueren cada año por falta de acceso a servicios de salud, y 4.000 millones de personas, la mitad de la población mundial, vive por debajo del umbral de la pobreza.

Un "genocidio" de desigualdad

Cecilia Pilar, presidenta de Manos Unidas, se estrenaba en su primera campaña como máxima responsable de la ONGD reivindicando la aspiración de Manos Unidas de "poner fin a la pobreza y al hambre en todas sus dimensiones, sin dejar a nadie atrás". Porque "la riqueza en nuestro mundo de abundancia sigue aumentando". "¿Cómo podemos permitir que cada cuatro segundos muera una persona de hambre?", cuestionó Cecilia, denunciando el "genocidio que supone que cada año mueran de hambre más de 3,5 millones de personas, aunque algunas ONG y organismos internacionales elevan hasta 8,7 millones".

Porque "no nos resistimos a pensar que el resto de la humanidad no tengamos nada que ver con esa hambre y esa pobreza que condena la vida de millones de sers humanos", explicó Cecilia, reclamando que en esta "nueva normalidad" postpandemia "nos enfrentamos a un mundo que avanza sin freno y sin mirar atrás por si alguien se queda en la cuneta".

En todo el mundo: con los ataques contra los defensores de los derechos humanos y medioambientales, donde las actividades exractivistas "están dañando sin remedio" los pulmones del planeta.; con los "agrogenocidios" de los cultivo; con una guerra como la de Ucrania, que opaca las decenas de conflictos que tienen lugar en Mozambique, Etiopía, Yemen o Myanmar. Para muestra, "la República Democrática del Congo, que en sus 25 años de guerra pocas veces ha ocupado tantos tiulares como la reciente visita del Papa...". "Porque la desesperacióni y la guerra no venden, a no ser que nos toquen cerca", lamentó.

Frente a esa cultura del descarte, Manos Unidas acepta el desafío de "soñar y pensar en otra humanidad". Y lo hace con más de 70.000 socios, al trabajo de más de 6.000 voluntarios, que han permitido aprobar medio millar de proyectos de desarrollo en 55 países.

"En 2023 vamos a seguir necesitando más manos. Manos que nos acompañen en nuestra tarea de llevar la educación y la sanidad a los lugares más remotos del mundo", incidió la presidenta de Manos Unnidas, , antes de dejar paso a los testimonios de Dario Bossi, llegado desde Brasil, y Virginia Alfaro, desde Angola

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