De esos beneficiarios, alrededor de un tercio acudió por primera vez a Cáritas o llevaba "mucho tiempo" sin hacerlo, debido al impacto de la crisis social y económica generada por la pandemia, tal como ha explicado el presidente de Cáritas Autonómica de Castilla y León, Jesús Martín de Lera, quien ha apuntado, además, que muchos de los beneficiarios habituales que hasta ahora requerían ayuda cada cierto tiempo para sufragar gastos como el alquiler o la luz, han pasado a acudir más veces para solicitar también alimentos básicos ante el empeoramiento de su situación económica.

Bajo el lema 'Cáritas no cierra', los 4.678 voluntarios de las once Cáritas Diocesanas de la Comunidad -Astorga, Ávila, Burgos, Ciudad Rodrigo, León, Osma-Soria, Palencia, Salamanca, Segovia, Valladolid y Zamora- brindaron atención el pasado año a 73.561 personas (frente a las 71.755 de 2019), mientras el número de beneficiados llegó hasta los 137.723 (5.000 más que un año antes, cuando la cifra se situó en 132.487).

En materia de acogida y asistencia, Cáritas destinó en Castilla y León casi seis millones de euros para atender a 35.435 personas (2.109 más que en 2019) en 571 lugares de ación y beneficiar a 78.104.

Dentro de los colectivos más vulnerables, en materia de infancia y adolescencia se atendió en la región a 3.494 personas, con 6.010 beneficiarios y 1,5 millones invertidos, mientras que en el apoyo a la inmigración los atendidos fueron 3.086, con 9.212 beneficiarios y 219.259 euros destinados.

La ONG gastó, asimismo, 1,2 millones en la atención a la discapacidad; 761.488 euros en apoyo a la mujer, 240.252 en materia de vivienda.

El programa de mayores de Cáritas en Castilla y León atendió en 2020 a 1.620 personas y benefició a 1.871, con un presupuesto de 11,5 millones. Jesús Martín de Lera ha recordado que la crisis global, que a diferencia de otras llegó "a lo bestia", afectó "especialmente" a este colectivo, no sólo por el virus "letal en tantos casos", sino también por "el aislamiento, la soledad, el deterioro cognitivo y el miedo".

Programa de mayores

Acompañamiento

El presidente de Cáritas Autonómica ha ensalzado el "acompañamiento y cuidado durante la pandemia" realizada en los 14 centros residenciales de la ONG en la Comunidad.

Por otro lado, 4.941 personas sin hogar fueron atendidas por Cáritas y 5.331 se beneficiaron de su apoyo, para lo que destinó 3.446.218 euros, mientras que 328.635 euros se dedicaron a atender a 1.143 personas reclusas, mientras que el número de beneficiarios ascendió a 1.412.

Para paliar el daño de las adicciones, en 2020 Cáritas atendió en Castilla y León a 2.436 personas, con 3.489 beneficiarios de esta asistencia, para lo que invirtieron más de tres millones de euros.

Los programas de empleo de Cáritas en Castilla y León permitieron atender a 10.420 personas, con 13.261 beneficiarios y 2,9 millones invertidos. Uno de los puntos más importantes para combatir esta situación han sido las seis empresas de inserción, que lograron 1.743 inserciones laborales en 2020.

Empleo

Como ha recordado Jesús Martín de Lera, el incremento del desempleo para las familias más vulnerables acompañadas por Cáritas ha sido "ocho veces superior al incremento medio"y ha situado la tasa de paro en este colectivo "en el 73 por ciento", a lo que se han sumado los periodos prolongados en situación de ERTE.

De acuerdo con la Memoria, los 35.062.339,24 millones que ingresó Cáritas para poder desarrollar su labor procedieron en su mayor parte de fuentes privadas (24,3 millones), de los cuales 9,6 se recibieron vía destinatarios y 7,2, a través de donantes. Por su parte, la Iglesia aportó 2,1 millones.

De los 10,8 millones de ingresos obtenidos a través de las administraciones públicas, 8,2 procedieron del ámbito autonómico, mientras que 1,7 fue aportado por entidades locales y provinciales, 605.368,76 euros los entregó la Unión Europa y 301,971,71, el Gobierno central.

Brecha digital

Otra de las tareas a que se ha tenido que enfrentar la ONG durante la pandemia ha sido combatir la brecha digital en las familias vulnerables, especialmente de cara a la educación telemática, con la entrega de tablets y ordenadores, así como habilitando conexiones a internet.

En este sentido, Martín de Lera ha reconocido que este acompañamiento "se quedará probablemente" tras la pandemia, ya que son muchas las personas, sobre todo mayores, que acuden a Cáritas a pedir ayudas para poder realizar los cada vez más comunes trámites online, como en lo referente a gestiones bancarias.

Para el presidente de Cáritas en Castilla y León, la situación "sigue siendo muy complicada" y en algunos ámbitos "está incluso peor" al haber agotado muchas familias sus ayudas o ahorros propios, si bien ha admitido que, pese a que la salida "será muy lenta", tienen esperanza en que de aquí al año que viene las cifras "mejoren".

Brecha digital

La salud mental ha sido otro de los retos a los que se ha enfrentado Cáritas en 2020, con comunidades terapéuticas que "no han dejado de funcionar debido al incremento de trastornos relacionados con depresiones o miedo, por lo que su responsable ha reconocido que será "uno de los retos del futuro".

Jesús Martín de Lera ha estado acompañado en la presentación de esta Memoria por el obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, quien ha recordado el papel de Cáritas para atender no sólo a la población local, sino también para ofrecer recursos humanitarios en otras partes del mundo donde la precariedad es aún mayor.

En este sentido, ha recordado una llamada reciente del presidente de la Conferencia Episcopal de Haití en la que le alertó de la "grave escasez" de vacunas contra la COVID-19 que padece el país caribeño.

Por último, Argüello ha reivindicado el valor de la "caridad" que inspira el nombre de Cáritas, un concepto que "a veces tiene mala prensa", pero que "no excluye el concepto de justicia", sino que además implica "amar sin esperar nada a cambio".

Cáritas