El cardenal de Madrid y el presidente de Mensajeros presiden la procesión del Cristo de los Niños en San Antón "Dejad que los niños se acerquen a mí... y a mi Cruz": Osoro y el padre Ángel erigen 'La Cofradía de los Niños' en San Antón

Nace la 'Cofradía de los Niños' en San Antón
Nace la 'Cofradía de los Niños' en San Antón

Los Bomberos de Madrid procesionaron el Cristo de los Niños, una talla del siglo XVII atribuida a la escuela castellan de Gregorio Fernández

Junto al cardenal de Madrid y al presidente de Mensajeros de la Paz, varios centenares de fieles recorrieron el centro de Madrid en una procesión que ha venido para quedarse

El dolor de los niños, y el drama de Ucrania, marcaron esta marcha, en la que los sacerdotes portaban casullas con los colores de la bandera del país, y estolas rojas, de dolor y sufrimiento, pero también recordando que otro pueblo, el ruso, también sufre por la guerra de Putin

El padre Ángel agradeció al cardenal y todos los que acompañaron por las calles de Madrid, "acompañado de las familias y los niños de Ucrania". "Le decimos al Cristo de los Niños, ¡basta ya!", clamó el sacerdote. "Queremos la paz, paremos la guerra"

Osoro señaló que "queremos hacer una cofradía de niños aquí. Son a los que nuestro Señor Jesucristo tuvo una predilección especial. Él sabía que los niños eran fieles, nunca le abandonarían". "Los niños marcan el futuro de la Humanidad"

"Dejad que los niños se acerquen a mí... y a mi Cruz"...o algo así debió decir el Cristo de los Niños, una magnífica talla del siglo XVII atribuida a la escuela de Gregorio Fernández, que hoy procesionó a hombros del Cuerpo de Bomberos de Madrid por los alrededores de la Iglesia 24 horas de San Antón, acompañada por el padre Ángel y el cardenal Osoro. Y, a partir de hoy, nacerá una nueva cofradía: "La Cofradía de los Niños", anunciaron ambos al término de la ceremonia.

Y por muchos ucranianos, que han encontrado en este templo de la solidaridad un hogar, un lugar donde protegerse de los horrores de la guerra, la pasión y la muerte, y confiar en la esperanza de la resurrección de su país tras las bombas de Putin. 

El Cristo de los Niños, en San Antón
El Cristo de los Niños, en San Antón



Y a fe que el Cristo de los niños también fue el de los ucranianos. El dolor de los niños, y el drama de Ucrania, marcaron esta marcha, en la que los sacerdotes portaban casullas con los colores de la bandera del país, y estolas rojas, de dolor y sufrimiento, pero también recordando que otro pueblo, el ruso, también sufre por la guerra de Putin.

Y así también lo hizo ver Osoro en sus palabras iniciales, en las que agradeció a Mensajeros de la Paz y al padre Ángel (postrado en un bastón, pero que no quiso perderse una sola de las estaciones de esta procesión) haber hecho de San Antón un "espacio de acogida", que ha permitido traer a España a decenas de refugiados, junto al inmenso trabajo de otra gran santa de la puerta de al lado, de las que no hace falta ver en los altares, sor Lucía Caram.

Procesión del Cristo de los Niños
Procesión del Cristo de los Niños

Hubo palabras en ucraniano, silencio y mucho fervor, en un breve recorrido que circundó la manzana donde se ubica la parroquia, en pleno barrio de Chueca. La banda municipal rompía el silencio con las trompetas y los tambores, seguida de la pequeña cruz de Lampedusa llevada por una decena de niños y niñas, tras la cual su Cristo, un magnífico Crucificado con la mirada llorosa, al suelo, y que era portado a hombros, en horizontal, al más puro estilo 'legionario', por los Bomberos de Madrid, quienes lo alzaron y colocaron en posición de cruz hasta en cinco ocasiones. En una de ellas, en plena calle Fuencarral, para escuchar el canto de la saeta. También, al regreso al templo.

El silencio y la contemplación, junto a la mirada de los curiosos, en una procesión que no forma parte del recorrido oficial de la Semana Santa madrileña pero que, a juzgar por el sentimiento que embargó a los presentes, puede haber venido para quedarse. Aunque todos rezaron para que lo que no se quedara nunca fuera la guerra, la maldita guerra, de Ucrania. Y el resto de malditas guerras

Osoro y el padre Ángel, con el Cristo
Osoro y el padre Ángel, con el Cristo

Al término del cortejo, el padre Ángel agradeció al cardenal y todos los que acompañaron por las calles de Madrid, "acompañado de las familias y los niños de Ucrania". "Le decimos al Cristo de los Niños, ¡basta ya!", clamó el sacerdote. "Queremos la paz, paremos la guerra".

Por su parte, Osoro señaló que "queremos hacer una cofradía de niños aquí. Son a los que nuestro Señor Jesucristo tuvo una predilección especial. Él sabía que los niños eran fieles, nunca le abandonarían". "Los niños marcan el futuro de la Humanidad", apuntó el cardenal. 

Esta mañana, en el centro de Madrid, Cristo, antes de hacerse eterno con su muerte, volvió a hacerse niño. Como en Belén. Desde la cruz, asumiendo el dolor, pero también la esperanza, de esos niños, también de los ucranianos, que esta Semana de Pasión y Muerte viven confiados en la Resurrección. Será. Y tendrá nombre: 'La Cofradía de los Niños'.

Los Bomberos, con el Cristo de los Niños
Los Bomberos, con el Cristo de los Niños

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