¿Exhumar?

     Hubo en Albera una manifestación de defensores de la exhumación de Franco del Valle de los Caídos. Atravesó rauda por allí sor Consuelo, camino de sus obras de piedad. Alejandro, un joven exhumador, basfemó y le dijo:

     -Hermana, ¿no se viene con nosotros a reivindicar la justicia?

     -No tengo tiempo -dijo sor Consuelo-. Además, me extraña que siendo tan joven, te acuerdes de ese pasado tan remoto, en vez de pensar en el futuro.

     -¡Sólo redimiendo el pasado tendremos los jóvenes un futuro! A usted lo que le pasa es que está de parte de los injustos tiranos reaccionarios.

     En vez de quejarse, los ojillos de sor Consuelo brillaron y dijo:

     -La verdad es que voy a casa de tu madre. Como es viuda y sé que está pasando una mala racha, le he encontrado un trabajito en una tienda, para que tenga unos ingresos.

     Los compañeros exhumadores rieron al oír aquello. Alejandro calló. No se supo si le había hecho reflexionar, o se la había jurado a sor Consuelo para siempre.

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