Santos y Difuntos

En el recreo, la niña Sandra se acercó a sor Consuelo, que estaba trajinando en la cocina del convento, y le dijo:



-Madre, cuénteme cosas de Halloween.

-Para mí -dijo la monja- es la fiesta de Todos los Santos y de los Difuntos.

Sandra se quedó sorprendida y le preguntó qué estaba preparando.

Sor Consuelo le enseñó castañas otoñales y batatas cocidas, partidas por la mitad y endulzadas con azúcar y con canela.

La niña las probó y dijo:

-¡Qué ricas están!

-Y son más sanas. No tienen tanto azúcar como las chuches de ahora.

Entonces la niña se sentó junto a sor Consuelo y le dijo:

-Madre, cuénteme cosas de la fiesta de Todos los Santos.
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