Durante la conferencia del 7 de abril, el tuit del Papa Francisco fue el eje rector de la política económica del presidente Andrés Manuel López Obrador o por lo menos fue el motivo justificante para su plan de rescate económico que informó el domingo de ramos en el que se plantea en esencia el apoyo a los más pobres sin ofrecer alternativas concretas de apoyos a las empresas perjudicadas por la contingencia del coronavirus.

Para AMLO, lo primero “será salir de la contingencia” para después provocar una derrama económica, crear empleos y fortalecer el consumo. Tras el polémico plan, el presidente de México ha sostenido desde este lunes reuniones con importantes empresarios quienes según han mostrado el apoyo al gobierno. “No hay ruptura con ellos”, pero López Obrador insistió en que no se volverá a las medidas del pasado, esto implicaría, a juicio del presidente, el regreso al neoliberalismo del cual la transformación política de este sexenio pretende sacudirse por haber olvidado e incrementado el número de pobres en México: Ni rescates, privilegios fiscales, aumento de precios, congelamiento de salarios o despido masivo de trabajadores… “Eso quedó atrás… al basurero de la historia, eso no sirvió”.

Para Andrés Manuel, el coronavirus precipitó el fracaso del neoliberalismo en el mundo y México adopta medidas diferentes para el rescate económico, porque en este país la cosa es distinta por la transformación emprendida: “Aquí, primero, el bienestar del pueblo y después, el bienestar del pueblo y al final, el bienestar del pueblo”, remató.

Esto sirvió para que el presidente introdujera al punto polémico: “Somos mayores de edad y tenemos criterio… este es un gobierno que respeta a todas las religiones y desde luego respeto a los no creyentes, ese es el laicismo, respeto a la religión católica, a las evangélicas… a todas las religiones que existen y se practican en México… Muchos son católicos, no sé en qué proporción…” y luego solicitar un tuit del Papa Francisco del pasado lunes 6 de abril que vendría a ser la justificación a la medida de las políticas económicas para favorecer a los pobres de México por encima de cualquier cosa. “Estamos en semana santa y pido a los librepensadores, abramos nuestra mente, pero es muy importante que ayer, el Papa haya dado a conocer este mensaje…” y aunque se pueda pertenecer a cualquier religión, “olvidamos los Evangelios o no somos consecuentes… ¿Por qué primero los pobres?” Esa es la esencia de los Evangelios”.

El presidente de México proyectó la imagen del tuit del 6 de abril. Tanto el secretario de Salud, Jorge Alcocer, así como el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, vieron interesados la imagen mientras López Obrador dio lectura integra del microblog papal.

AMLO se colgó así de los caracteres de @Pontifex_es, la justificación definitiva para sostener al Estado de Bienestar. “No es que se abandone a quien tenga más posibilidades económicas” reforzaría, pero es necesario “dar preferencia a los más necesitados”. Pero fue más allá, cuando el microtexto fue reforzado con el pensamiento del cura prócer de la independencia de México, José María Morelos. Este momento, el de la crisis del coronavirus, debe servir a la reflexión… “ahora que estemos recogidos en nuestras casas, con nuestras familias, hablemos de esto”.

AMLO dio paso a que el avance del materialismo y la acumulación de la riqueza hizo retroceder a la humanidad que dejó de pensar en los valores, “solo siendo buenos, podemos ser felices… se necesita una nueva corriente de pensamiento, nada de triunfar a toda costa sin escrúpulos morales de toda índole, nada de que, ‘ahora que hay esta contingencia, voy a aprovechar para sacar beneficios, para medrar, a mi qué me importan los pobres y necesitados’…”

López Obrador defendió a los pobres quienes trabajan, pero no se les valora para salir adelante. Lo que llamó “conservador y retrógrada” es la doctrina del liberalismo económico en donde el Estado está fuera de cualquier actividad productiva. “El Estado tiene que ayudar a los más necesitados”. Calificó así de hipocresía cuando se dijo que el Estado debería diluirse, pero en momentos de crisis se exigía su intervención para el rescate de empresas.

Casi al finalizar esta intervención en la conferencia matutina, el presidente manifestó su satisfacción porque esta política está siendo entendida y por la cual se han mostrado múltiples gestos de solidaridad… “Los empresarios no me pidieron, me ofrecieron ayuda, sí vamos a salir adelante”.