“Para todos los mexicanos, reiterar que fue un buen acuerdo…” fueron las palabras al concluir la conferencia de prensa del 12 de junio del presidente Andrés Manuel López Obrador donde se trató la controvertida negociación entre México y los Estados Unidos para evitar la imposición de aranceles a mercancías mexicanas a cambio del endurecimiento de medidas para contener la migración ilegal de personas centroamericanas.

Pero el presidente de México fue más allá de lo estrictamente legal para referir a los principios cristianos de acogida a los forasteros y de referencia a la Biblia como norma ética y evitar el rechazo y conductas xenófobas. López Obrador apeló a todos los ciudadanos: “Pedirles a todos mexicanos que actuamos con humanismo, nada de xenofobia que significa el odio al extranjero… Nada de campañas contra migrantes. Eso no es humano ni es cristiano. Y ahí les remito a la Biblia que habla de cómo tratar al forastero. Quien maltrata al extranjero, al migrante, más cuando tiene que hacerlo por necesidad, no actúa con humanismo. Esto es muy importante porque el conservadurismo siempre, apuesto a eso… Nosotros no podemos darle entrada a esa concepción de rechazo a los migrantes”.

La ola de migración desde Centroamérica es un tema que agota las posibilidades de comunidades sin recursos para apoyar a las miles de personas que cruzan el territorio mexicano. Otro problema se suscita en conductas xenófobas que son reales en el país. Una encuesta del Centro de Estudios de Opinión de la Universidad del Valle de México, publicado en marzo de 2019, estimó que 6 de cada 10 mexicanos quieren que los Estados Unidos deporten a los centroamericanos a su país de origen en lugar de México. El 31 por ciento dijo que los norteamericanos deberían mantenerlos en su territorio en un albergue y el 9 por ciento señaló que México debería facilitarles asilo.

La publicación también menciona los posibles problemas que se acrecentarían con la permanencia de centroamericanos en México. El 83 por ciento de los encuestados afirma que las complicaciones crecerían entre ellas, la pobreza, el crecimiento de la delincuencia y el colapso de los servicios sociales. En general, la opinión de los encuestados inconformes dice que las caravanas de centroamericanos no son agradables porque “el gobierno les está destinando recursos”.

En mayo pasado, el Consejo de la presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano y la dimensión episcopal de la movilidad humana hicieron un manifiestopúblico de ayuda de ante las urgentes circunstancias de atención a migrantes, particularmente en Tapachula: El inmenso número de migrantes continentales y extra continentales ha rebasado la ayuda de la Iglesia y la acción del Gobierno. Las instalaciones de la estación migratoria Siglo XXI están sobre saturadas lo cual no permite una atención humanitaria, provocando que los migrantes deambulen por la ciudad buscando ayuda, afirmaron los obispos y aunque reconocen la alegría y solidaridad de los mexicanos al tratar a los extranjeros, también advirtieron de “actitudes de rechazo, indiferencia, xenofobia, discriminación y racismo” que se detectan en las regiones por donde transitan. En general, la urgencia estaría en los miles que, sin albergue y la satisfacción de sus necesidades, deambulan en situación de mendicidad por las ciudades del sureste del país.

Y aunque el tema económico preocupa a los ciudadanos y a entidades religiosas que han sido las primeras en las líneas de atención, López Obrador asegura que “hay presupuesto” para atender a los migrantes. La presunta gallina de los huevos de oro estaría en el modelo de austeridad republicana, “porque no hay corrupción tolerada en el país” y en la venta del Boeing 787-8 Dreamliner de la Fuerza Aérea Mexicana: “Nada más les voy a dar un dato para los que están preocupados de dónde va a salir el presupuesto. Ayer recibí el avalúo de Naciones Unidas para la venta del avión presidencial. Mínimo, 150 millones de dólares y de ahí para arriba. El piso, 150 millones de dólares… Hoy les doy a conocer los datos, dos avalúos de Naciones Unidas… Para contestar... ¿De dónde va a salir? De la venta del lujoso avión presidencial de nombre, como burla, ´José María Morelos y Pavón´, el apóstol de la igualdad…”  

Pero más allá, Andrés Manuel López Obrador tiene puesta su fe y confianza en otra alegoría bíblica que le lleva a pensar en la eternidad de recursos. Como pasó en la multiplicación de los cinco panes y dos peces (Mt 14, 15-21) en donde fue alimentada una muchedumbre de cinco mil hombres sin contar mujeres y niños, el presidente también quiere echar mano del milagro: “Los seres humanos debemos pensar que en donde come uno, deben comer cien, mil, un millón de seres humanos…” Esa es la “vía mexicana”.