A cada templo se le informó desde diciembre 2019, mediante una carta, el monto a cubrir. Arquidiócesis asume control de finanzas

Arquidiócesis asume control de finanzas
Arquidiócesis asume control de finanzas

La Arquidiócesis Primada de México asumió el el control financiero de sus 300 iglesias, parroquias y capillas porque cambió su esquema de recaudación de “cuotas solidarias”, a cuotas fijas. Ahora busca controlar y fiscalizar todos los ingresos de los templos, y además les exige un monto mensual de acuerdo a “la realidad socioeconómica, pastoral y patrimonial de cada uno”.

Este nuevo modelo entró en vigor a partir del 1 de enero 2020 bajo decreto emitido por el arzobispo Carlos Aguiar Retes, lo que mantiene protestas de párrocos que, acusan, los están “ahorcando económicamente” al exigirles cuotas impagables.

De acuerdo al decreto “Reordenación económica de las diversas estructuras de nuestra iglesia”, cuya copia obtuvo El Heraldo de México, la aportación a la Arquidiócesis ya no será del 10 por ciento de los ingresos brutos mensuales de cada templo ni bajo la “conciencia” de los párrocos, como lo hacían desde 1996, sino una “aportación mensual” establecida por la Economía General del Arzobispado.

A cada templo se le informó desde diciembre 2019, mediante una carta, el monto a cubrir. Fue calculado de acuerdo al tamaño y zona donde se ubica, el número de feligreses y otros factores.

Guillermo Gazanini, especialista en temas religiosos y miembro del Centro Católico Multimedial (CCM), señaló que las cuotas se fijaron sin un estudio socioeconómico previo, estableciendo mínimos de tres mil pesos, “pero hay casos de hasta 60 mil pesos mensuales o más”.

El fin de estas aportaciones—indica el decreto— son para sufragar pagos a clérigos incardinados, servicios médicos del personal arquidiocesano, manutención de sacerdotes jubilados, necesidades operativas de la Curia, entre otros.

El padre Juan José Cedeño, de la parroquia de Santa María Guadalupe en la alcaldía de Cuauhtémoc, reconoció necesaria la cuota solidaria, pero no bajo los criterios establecidos. “Lo que ya no vimos bien de este proyecto es la imposición de una cuota fija, las salidas que tienen las mismas parroquias”, contestó a este diario. Pero existe un segundo desa-cuerdo entre los presbíteros con el nuevo modelo. El padre Cedeño reveló que la economía les exigió el control total de sus finanzas, pidiéndoles sus tokens y e.firma portable del SAT, contraseñas y cuentas, con las que llevan sus declaraciones y contabilidad de ingresos y egresos. Aseguró que él y muchos padres no han entregado, ni entregarán esta información.

La economía será también el nuevo filtro de contratación de los empleados de la parroquia, desde sacristanes hasta limpieza. “Yo con todos los padres que he platica te puedo decir que el 98% estamos en desacuerdo por la forma en que se ha manejado este proyecto, sin diálogo e impositivo”, dijo.

Guillermo Gazanini resaltó que la Arquidiócesis se está excediendo en sus competencias porque el control administrativo y fiscal de cada templo, por derecho canónico y civil, lo tiene el párroco por la delicadeza de los datos personales que entregó al SAT.

https://heraldodemexico.com.mx/pais/iglesias-parroquias-capillas-arquidiocesis-arzobispo-carlos-aguiar-retes/

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