Tras perder la lucha contra las complicaciones del covid-19, Luciano Murillo Vega, sacerdote de la arquidiócesis de México, dejó de existir la madrugada de este domingo, solemnidad de la Santísima Trinidad. Por la tarde, en punto de las 19:30 hrs, la urna con las cenizas del presbítero llegó a la parroquia de la Resurrección del Señor, sede de la tercera vicaría San Felipe deJesús, en donde la misa de exequias fue presidida por el vicario episcopal, Pbro. Genaro Miguel Chávez Vázquez. A puerta cerrada y siguiendo las medidas sanitarias de seguridad, 15 sacerdotes concelebraron para recomendar así el alma de su compañero en el ministerio sacerdotal.

“Estamos en una comunión profunda con tantas personas en el mundo, en nuestro país, en la Ciudad y no se diga en esta tercera zona donde probablemente en nuestra parroquias y comunidades, donde muy probablemente hemos tenido que presidir la partida de alguno de nuestros parroquianos. Nos hermanamos con ellos en estos momentos de dolor, en este golpe tan duro para todos…”  señaló Chávez Vázquez en una sentida homilía luctuosa que empató con el misterio de amor trinitario propia de la solemnidad de este domingo 7 de junio. “Tanto amó Dios al mundo… y esta tarde, apliquemos estas palabras a Luciano, todos nosotros, hemos sido amados por el Padre celestial…”

Recordó al presbítero fallecido quien por más de tres décadas sirvió en diversas comunidades “celebrando el misterio del amor de Dios, realizando en su persona el misterio de Cristo que se entrega por la salvación…” La vida del padre Luciano fue santificada por el Espíritu Santo, el día de su bautismo“además le otorgó la gracia de la unción del sacerdocio, como todos nosotros, para llevar a cabo lo que dice Presbyterorum Ordinis: el sacerdote se santifica en el ejercicio de su ministerio…”

Genaro Chávez reconoció las cualidades del sacerdote difunto, sin dejar de lado el dolor por la rápida muerte que enlutó a la tercera vicaría de la arquidiócesis de México: “siempre la cercanía presbiteral, en la fraternidad, a muchos en este momento, nos golpea, nos deja con un sentimiento de asombro, cómo tan rápido se puede ir la vida… lo hemos sufrido en las comunidades, ahora lo sufrimos en carne propia, en nuestro presbiterio”.

Al finalizar el discurso, el responsable de acompañar a los sacerdotes y animar la pastoral en esta zona arquidiocesana fue claro al insistir que este momento no debería pasar desapercibido  con el fin de que  “pudiéramos reunirnos como Iglesia, como presbiterio, para dar el último adiós, el hasta luego a nuestro amigo,a nuestro hermano Luciano, tantos momentos que compartimos con él, su fraternidad y alegría…lo vamos a extrañar, pero también para nosotros, hermanos de esta tercera zona de la arquidiócesis de México, nos hermanamos así al dolor de tantas personas que han perdido a sus seres queridos en esta pandemia, el Señor nos llama a estar cercanos a ellos en este momento y de esta manera particular... Que Luciano pueda gozar de la presencia del Señor, celebrando con Él la liturgia eterna, esa liturgia que aquí presidió en favor del Pueblo Santo par santificarlo…”

De acuerdo con el Centro Católico Multimedial, en mayo la arquidiócesis de México reportó la muerte por covid-19 del religioso verbita Rodolfo Rodríguez Reza.La muerte de Luciano Murillo es la primera que toca directamente al clero arquidiocesano. En la celebración fue notoria la ausencia de autoridades eclesiásticas responsables del cuidado y atención al presbiterio, entre ellos, la del obispo auxiliar, Francisco Daniel Rivera Sánchez, quien el 19 de marzo fue nombrado para encabezar la vicaría del clero. En las exequias tampoco se mencionó algún mensaje de condolencias de parte del cardenal Carlos Aguiar o de sus obispos auxiliares y sólo la arquidiócesis de México pretendió reconocer 33 años de vida sacerdotal a través de un impersonal post a manera de esquela colgado en redes sociales.

El vicario episcopal Chávez Vázquez agradeció a la hermana del padre Luciano, único familiar presente esta tarde, que permitiera las honras fúnebres. Las cenizas del presbítero regresarán a su natal Guanajuato. Descanse en paz.