Coordinadora de capellanes covid en diócesis de Celaya Electra Perianes, la religiosa española que combate al coronavirus en México

Electra Perianes, la religiosa española que combate al coronavirus en México
Electra Perianes, la religiosa española que combate al coronavirus en México

*Josefina Trinitaria y médico internista, participa en la formación de sacerdotes.

*Impulsa también el programa de Iglesia Samaritana de Celaya.

*Estamos creando lazos, redes de solidaridad… Ojalá que al pasar esto, no nos olvidemos", afirma.

En este país de mayoría católica, la Iglesia busca las formas más efectivas para llegar y consolar a enfermos y familiares tocados por el coronavirus. Obispo y sacerdotes han tomado sus mayores tesoros para entregarlos a todos quienes sufren. Llevan el Santísimo Sacramentos hasta los hospitales y ofrecen palabras de esperanza en estos tiempos de miedo y dolor.

Algunas diócesis mexicanas toman pasos más concretos para formar equipos sacerdotales para tomar en sus manos la responsabilidad organizada de ser capellanes activos y permanentes en la pandemia. Se han sometido a una rigurosa y responsable capacitación permitiéndoles conocer al enemigo invisible causante de más de cien mil contagios en México.

Destaca el programa y formación de la diócesis de Celaya. El IV obispo, Mons. Benjamín Castillo Plascencia, comprendió que se debía afrontar la pandemia como un reto pastoral.

Electra Perianes Díaz (España, 1982) asume hoy una responsabilidad estratégica en tiempos de coronavirus. Su vida como religiosa comenzó en 2006 y llegó a México en 2017. Su profesión secular en la medicina le valió coordinar la pastoral de salud diocesana y, recientemente, asume la dirección de los capellanes covid celayenses quienes asistirán a los hospitales de esa ciudad del Estado de Guanajuato.

En un medio preponderantemente masculino, la doctora Electra Perianes reconoce que los sacerdotes no están acostumbrados a recibir formación de una religiosa; sin embargo, su experiencia le ha permitido echar adelante la Iglesia samaritana donde ha formado redes de solidaridad llevando el Evangelio a quienes más lo necesitan. En entrevista, cuenta cómo ha sido coordinar al equipo de capellanes covid quienes “se la juegan por amor a los enfermos”.

Hermana Electra, agradecemos la entrevista. ¿De qué manera fue usted designada como coordinadora de los capellanes covid en la diócesis de Celaya?

-Capellanes covid es parte de un programa con el objetivo atender a los afectados directa o indirectamente por la pandemia. Aparte tenemos alimentos, un equipo de psicólogos on-line y nos hemos conseguido responsables para poner en el Hospital General a fin de que los pacientes estén cerca de sus familias. Uno de los rubros es el equipo de sacerdotes covid, además de ofrecer lugares diocesanos para acoger afectados leves porque hay muchas casas donde es imposible aislar a una persona enferma. Yo soy coordinadora de pastoral de la salud, junto con el padre Fernando Morales, y también por mi profesión, soy médico. Somos un equipo de cinco personas, tres sacerdotes, una laica y yo, cada uno nos hemos hecho cargo de alguna de las partes del programa.

¿Usted es médico general o que especialidad tiene?

-Médico internista y soy española, religiosa Josefina Trinitaria y me trasladaron de allá hace cuatro años y medio, en octubre de 2015.

¿Qué problemas iniciales han afrontado para atender a los enfermos por la pandemia de covid 19?

-Fue tardado realizar los trámites ante la jurisdicción sanitaria para que luego nos dejaran entrar en el hospital. Fue el proceso más prolongado por todo lo que suponen los protocolos de seguridad para evitar algún contagio, pero existe muy buena disposición tanto de jurisdicción sanitaria como del Hospital General. Igualmente, los sacerdotes. Hicimos una lista de quienes pudieran formar parte de este equipo, todos son voluntarios, pero debían tener ciertas características como ser jóvenes, menores de 60 años, no padecer enfermedades crónicas que pudieran agravarse en caso de contagio. En general, la respuesta fue muy buena de parte todos, hubo muy buena disposición.

Iglesia Samaritana. Tejiendo redes.
Iglesia Samaritana. Tejiendo redes.

¿Qué edades tienen los coordinadores del programa?

-El mayor es el padre Carlos Sandoval, coordinador de pastoral de cultura, quien tendrá 55; luego está el padre Juan Carlos Zesati, coordinador de pastoral campesina, y tendrá entre 46 o 47 años, el padre Pedro Guerrero, coordinador de Cáritas, andará por los 30, él se acaba de ordenar; está Tamara Rodríguez quien tendrá la misma edad y yo de 38.

¿El obispo de Celaya fue quien llamó a los capellanes? ¿Cómo fue el proceso para aceptarlos?

-El obispo nos impulsó a hacer algo contra la pandemia. Desde el primer momento nos dijo que debíamos atender a los enfermos. De otras diócesis se decía que era mejor no entrar a los hospitales por el riesgo de contagio. Desde el principio fue muy claro. Quería que entraran los sacerdotes jóvenes. Recomendó que, por lo menos, dos sacerdotes por decanato fueran a la formación. Así fue como él nos pidió animar a los sacerdotes que cumplieran las características descritas.

Entonces, el acercamiento y capacitaciones con las autoridades sanitarias tuvo buenos cauces.

-Todos teníamos el mismo objetivo de ayudar al enfermo y a sus familias. Entonces, desde el primer momento, hubo muy buenos entendimientos. Desde el principio, jurisdicción sanitaria nos abrió las puertas, nos dieron los protocolos que están manejando y nos pidieron elaborar un protocolo sobre el acceso de los sacerdotes, el tipo de capacitación, además de pedirnos que los equipos de protección fueran procurados por la diócesis debido a la escasez que ellos tienen para el personal de salud. Con el Hospital, la relación ha sido muy buena, tuvimos una primera reunión con el subdirector y después con el equipo del Hospital. Todos han visto que el apoyo espiritual es una necesidad prioritaria de los enfermos y de las familias y no sólo para ellos, también para el personal sanitario. La comunicación ha sido muy sana y sincera. Creo que se cumple el objetivo y ese es ayudar a otros.

Capellanes covid. Conociendo al coronavirus.
Capellanes covid. Conociendo al coronavirus.

¿Cómo fueron estas capacitaciones para los capellanes?

-Tuvieron tres momentos. El primero fue conocer la enfermedad. Me parecía fundamental que tuvieran este conocimiento para saber a qué se enfrentan, la rápida evolución de este mal y su gravedad ya que ellos verán a enfermos críticos, esa fue una primera parte además de evitar que el sacerdote, por animar al enfermo o la familia, dé falsas esperanzas e ir en contra de los médicos. La segunda parte fue la de formación bioética ya que en otros países se han visto situaciones que muchas veces no se quieren afrontar, pero que en una pandemia como esta, es muy probable que se vivan y que el sacerdote pueda acompañar al personal de salud en caso de que plantearan estos temas. Por último, fue conocer el protocolo de acceso y el ensayo para colocar y quitar el equipo de protección.

Ya que los equipos de protección serán proporcionados por la diócesis de Celaya, ¿cuánto cuesta cada uno de ellos?

-Hemos tenido mucha suerte. Primero porque nos han donado bastantes y luego porque han dado buenos precios. En total, un equipo está por arriba de los 300 pesos entre lo que es careta, guantes, mascarilla N95, cubrezapatos, requiere de bastantes cosas que, a la larga, sí resultan caros. Entre las donaciones de equipos y económicas de gente de buena voluntad, es como nos hemos hecho de buenos equipos.

Los capellanes covid, ¿tendrán además algún apoyo psicológico y acompañamiento espiritual para soportar la presión y estrés de sus actividades?

-Hemos estado al pendiente y tenido mucha comunicación. La experiencia que están teniendo es muy buena, y les está situando en su ser sacerdotal porque son signos de esperanza en medio de una situación de muerte y de dolor. Hasta ahora la experiencia ha sido muy buena y esperamos que siga así. Es verdad que apenas ingresamos al Hospital de Celaya, no hay tantos enfermos, vamos atrasados respecto a Ciudad de México y el pico se espera a mediados de junio, pero tenemos preparado un equipo de psicólogos y terapeutas para recurrir a ellos e incluso hay padres quienes han ofrecido acompañamiento espiritual en caso de necesidad, aunque los padres tienen a su director espiritual. Dentro del equipo se ha creado muy buena confianza y ambiente para comunicar.

¿Cómo será distribuido este equipo de sacerdotes en la diócesis de Celaya?

-Ahora mismo estamos en el Hospital General. El IMSS se puso en contacto con nosotros y estamos en trámites para formalizar cómo va a ser. Se ha hecho un rol. En el Hospital, tenemos doce sacerdotes, se han repartido los días hasta finales de junio. La trabajadora social es quien les avisa. En San Luis de la Paz funcionan de otra manera, sólo en caso de que haya enfermos. Les avisan a cualquier hora para cubrir los horarios. También las familias nos llaman para ver si alguno de ellos puede acudir. En el Hospital General, el sacerdote entra a la misma hora que la familia para recibir información, entonces hay contacto con ellos. De hecho, en algunos momentos, han permanecido más con las familias que con los mismos enfermos porque algunos ya están sedados, les dan la absolución y oran por ellos.

Iglesia en salida. Atención fundamental.
Iglesia en salida. Atención fundamental.

Esto permite tener estrecho contacto con las familias, uno de los reclamos es la carencia de información y noticias sobre el estado de los enfermos vulnerando sus derechos…

-Sí y de hecho hemos tenido apoyo de la empresa Zimbron para la instalación y tablets para que los enfermos se comuniquen con sus familias. Hemos tenido que hacer una instalación y nos ha costado más, pero pronto quedarán instaladas en el Hospital General para aliviar el agobio de los pacientes. Hemos cuidado esa parte para permitir que la familia pueda comunicarse.

¿Este equipo de capellanes tendrá algún tiempo para realizar sus funciones o será definitivo hasta superar la pandemia?

-Dependerá del número de sacerdotes. También podrá haber alguna baja. Dios no lo quiera, pero un sacerdote estará en contacto con enfermos covid y podría contagiarse, hay que ver estas posibilidades y entonces deberá salir de este rol. Yo creo que estos serán los permanentes para toda la pandemia. De hecho, hay algunos en reserva por las labores que realizan en el programa de Iglesia Samaritana. En caso de necesidad, entrarían con los capellanes covid.

¿Qué es el proyecto de Iglesia samaritana de la diócesis de Celaya?

-El señor obispo impulsó a distintas áreas de la pastoral para dar respuesta en esta pandemia y la gente que sería afectada. Vimos lo que realmente podíamos hacer. Fundamentalmente son tres rubros necesarios: despensas y alimentos, se han abierto trece comedores en la diócesis. Se han potenciado las REVES, Redes Vecinales de Solidaridad, donde los vecinos de la comunidad detectan quiénes necesitan y cómo pueden apoyar. El siguiente rubro es el de la atención a los enfermos y los familiares. Aquí entran los sacerdotes covid, las casas de las diócesis ofrecidas a la jurisdicción en caso de aislamientos y la comunicación por tablets, además del apoyo de psicólogos y terapeutas para el acompañamiento a familiares o cualquier persona que, por la pandemia, pasen una situación complicada.

No deja de llamar la atención que este equipo de sacerdotes covid sea coordinado por una religiosa, una mujer, ¿cómo es su impresión al respecto?

-Muy buena. Me quedo con la idea de que realmente estamos trabajando desde la conciencia de que somos pueblo de Dios y que aquí, cada uno, aporta lo que puede aportar. Los sacerdotes de Celaya no están acostumbrados a que una religiosa les dé formación, pero me han acogido muy bien, no he tenido rechazo alguno, por el contrario, se ha hecho un ambiente muy bueno, de compañeros. Creo que esta pandemia nos está ayudando a acercarnos mutuamente. Para mí ha sido una experiencia muy buena y tengo mucho que agradecer a los sacerdotes… estamos trabajando como un equipo.

¿Qué mensaje dejaría a los lectores del Religión Digital y del Centro Católico Multimedial en estos tiempos particularmente difíciles?

-Es una situación que no esperábamos y nos ha desbordado, pero debemos pensar en lo que podemos aprender de ella. Estamos creando lazos, redes de solidaridad… Ojalá que al pasar esto, no nos olvidemos. Si algo tenemos que aprender de esta pandemia es que debemos ir todos juntos. Solos no podemos, somos igual de frágiles, todos estamos expuestos y necesitamos de todos. Así podremos salir de las circunstancias adversas, ese es el mensaje fundamental que deberíamos aprender desde todas las dimensiones, Iglesia, política, economía… todos deberíamos trabajar en solidaridad. Finalmente, pediría que hagan oración por los sacerdotes, los protagonistas son ellos, se la están jugando. A todos en Religión Digital y el CCM pido que oren por los sacerdotes, se la juegan por amor a los enfermos.

Dra. Perianes

Dra. Perianes. Vida consagrada.

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El dato.

Las Hermanas Josefinas de la Santísima Trinidad fueron fundadas por el Venerable Siervo de Dios, Eladio Mozas Santamera (1837-1897), en Plasencia, España, el 18 de febrero de 1886. Su carisma principal es el ejercicio de la caridad entre los pobres y con enfermos en hospitales. La espiritualidad trinitario josefina es de servicio a la catequesis a los más desfavorecidos. En México, la Josefinas Trinitarias se encuentran en Celaya y en Coyoacán, Ciudad de México. Actualmente la causa de beatificación del Siervo de Dios se encuentra en curso.

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