Mensaje de los obispos de México al inicio del 2020 "Hacemos un llamado para detener la violencia provocada por la intolerancia de ideas"

"Hacemos un llamado para detener la violencia provocada por la intolerancia de ideas"
"Hacemos un llamado para detener la violencia provocada por la intolerancia de ideas"

Conferencia del Episcopado Mexicano saludan a todos los hombres y mujeres de buena voluntad en ocasión del año nuevo. Ante el clima de incertidumbre y fragilidad de la paz, lanzan llamado a no permitir la decadencia de la guerra".

No a la guerra ni a la violencia

Al inicio del nuevo año 2020, saludamos a nuestros fieles, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, en el nombre de Jesucristo, nuestro Señor. 

Todos somos testigos de la delicada situación de incertidumbre y violencia que vivimos a nivel nacional e internacional, sobre todo en estos primeros días del 2020. Nuestra familia humana sigue cargando vestigios de la guerra y los conflictos entre las naciones.

Los obispos de México hacemos un llamado para detener la violencia provocada por la intolerancia de ideas y la lucha de intereses de unos contra otros. Como nos menciona el Papa Francisco en su mensaje para esta 53 Jornada Mundial de la Paz: “La guerra se nutre de la perversión de las relaciones, de las ambiciones hegemónicas, de los abusos de poder, del miedo al otro y la diferencia vista como un obstáculo”.

Como pastores no podemos permitir la decadencia de la esperanza ante la obscuridad de la guerra y los conflictos, debemos siempre pronunciarnos para que la humanidad y las naciones ejerzan su derecho al diálogo honesto y al noble ejercicio de la diplomacia, como los métodos que salvaguardan la integridad y la dignidad de individuos.

Hoy en día no podemos seguir aceptando, mucho menos promoviendo discursos políticos que polaricen a la humanidad o que inciten a la violencia. La guerra representa siempre una derrota para la humanidad.

La paz siempre será un horizonte alcanzable para todos, basándonos en el derecho internacional, la solidaridad entre los Pueblos, y en el respeto de cada semejante y de nuestra Casa Común. 

A nombre de la Iglesia en México afirmamos que no caminaremos bajo el sendero de la violencia y de la guerra, que la historia juzgará con vergüenza, a sabiendas de que un hermano levantó la mano contra su hermano.

Te imploramos Dios de la paz, que en tu infinita misericordia nos bendigas y vengas en nuestro auxilio. Que María, madre de todos los pueblos de la tierra, nos acompañe y nos sostenga en el duro camino de la reconciliación.

Los obispos de México. 

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