Morelos revierte de amarillo a naranja, templos al 25 por ciento Iglesia de Cuernavaca vuelve a restringir culto público

Iglesia de Cuernavaca vuelve a restringir culto público
Iglesia de Cuernavaca vuelve a restringir culto público

Mons. Ramón Castro llama a ser responsables unos de otros, “Nuestra casita se ve amenazada con desmoronarse a consecuencia de esta pandemia por la falta de responsabilidad de muchos de nosotros”, afirma.

Tras el anuncio del gobierno del Estado de Morelos para encender de nuevo el semáforo rojo por el aumento de contagios por covid-19, Mons. Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca, emitió una circular llamando a la responsabilidad de los fieles, evitar las concentraciones y anunciar la implantación de medidas para restringir la asistencia al culto público y garantizar a salud de los fieles.

En la misa por el II domingo de adviento del 6 de diciembre, misma que, por primera vez, usó el lenguaje de señas mexicana para sordomudos, el obispo de Cuernavaca llamó la atención de los fieles respecto de este regreso al semáforo naranja, además de la publicación de una circular al respecto.

A través de redes sociales, la circular del obispado suscrita por Mons. Castro indica que a partir del 7 de diciembre el estado de Morelos revierte el color. Esta semana es especialmente crucial debido a la proximidad de las fiestas de la Virgen de Guadalupe que concentran millones de peregrinos al norte de Ciudad de México.

“Nuestra casita se ve amenazada con desmoronarse a consecuencia de esta pandemia por la falta de responsabilidad de muchos de nosotros ante el uso de medidas sanitarias vigentes básicas, esta ‘casita’ necesita con urgencia retomar los cuidados necesarios para que no sucumba ante esta crisis”, afirma el documento.

En el mismo, la Iglesia morelense llama a sentarse a los pies de la Guadalupana para reflexionar y ser responsables unos de otros para ser un solo pueblo. En Ella podemos “crecer, vivir y anunciar el misterio de la Redención realizado por Jesús”.

El retorno al semáforo naranja implica nuevamente la instauración de restricciones más severas para impedir la propagación de contagios. En amarillo, la diócesis de Cuernavaca podía celebrar al 50 por ciento de la capacidad de cada templo; al regresar al naranja, sería restringido al 25 por ciento además del “uso obligatorio de cubrebocas, tener un acceso de entrada, uno de salida, tomar la temperatura, tener tapete sanitizante, distribuir alcohol en gel, mantener la sana distancia, etc. Así mismo se pide que los niños y personas mayores de 65 años o bien que tengan enfermedades crónicas y que sean consideradas vulnerables no asistan al servicio religioso y se mantengan resguardados en casa”.

El 23 de marzo, la diócesis de Cuernavaca cerró el culto público. Era el inicio del confinamiento que mantuvo la celebración de misas sin fieles suspendiendo además festividades patronales, peregrinaciones y la realización de ceremonias. Hasta el 6 de julio, el Estado movió su condición de rojo a naranja; sin embargo, la Iglesia no dio paso a la apertura iniciando a una etapa de preparación de personal para atender a los fieles en la observancia de las medidas sanitarias. En la fiesta del santo cura de Ars, 4 de agosto, Castro Castro autorizó la apertura de templos observando las medidas relativas al semáforo naranja y con discernimiento de los párrocos según las situaciones específicas.

El 14 de septiembre, ante un descenso de casos y hospitalizaciones, el semáforo amarillo fue decretado permitiendo así una apertura al 50 por ciento de fieles. A pesar de lo anterior, y como ha sucedido en otros estados, Morelos revierte la condición al considerar una situación de riesgo epidemiológico alto lo que obliga al cierre de actividades recreativas, de lugares de esparcimiento y cerrar espacios públicos.

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