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¿Por qué me voy de Religión Digital?
Exención del precepto dominical, sanitización, distanciamiento social, misas por redes, algunas de las medidas
Lineamientos generales para la reapertura al culto religioso en tiempo de pandemia.
México, a 15 de mayo del 2020.
Prot. Nº50/20
Que alegría sentí cuando me dijeron: ¡Vayamos a la Casa del Señor! (Sal. 121,1)
A nosotros los obispos se nos ha encomendado y confiado el apacentar la Iglesia que peregrina en México por mandato de Nuestro Señor Jesucristo. Creemos que en este tiempo de pandemia necesitamos sentarnos a los pies de la Virgen de Guadalupe para alentar la esperanza de ser un solo pueblo. Ella puede ayudarnos a contemplar, creer, vivir y anunciar el misterio de la Redención realizado por Jesús (Cfr. PGP 12). Esta es nuestra responsabilidad histórica en este momento de crisis sanitaria, por la fe y la salud.
En este tiempo de pandemia, con responsabilidad y celo pastoral, hemos tratado de acompañar a nuestros fieles buscando la manera de hacer presente el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. Por ello, los obispos que conformamos la Conferencia del Episcopado Mexicano, preocupados por la salud espiritual y física de todos los fieles, presentamos los siguientes lineamientos generales para la reapertura gradual de los espacios físicos de la vida eclesial, sobre todo el aspecto sacramental; observando puntualmente las medidas de higiene y sanitización, solicitamos a todos los católicos nos sumemos en la caridad y solidaridad emprendiendo este nuevo camino de restablecimiento funcional de nuestras actividades.
II.Fases de reapertura
Fase I: Al poder regresar gradualmente a las actividades, el obispo, tomando en cuenta las disposiciones de las autoridades sanitarias, determinará el momento en que los fieles podrán asistir a las iglesias para las celebraciones eucarísticas dominicales y feriales, en grupos pequeños y moderados de acuerdo al espacio de la iglesia, guardando debidamente el distanciamiento social; y observando todas las medidas preventivas, las diócesis y las parroquias dispondrán prudentemente según la propia situación del lugar.
Fase II: Para la reactivación de las agendas de los movimientos y grupos a nivel parroquial y diocesano, se pide monitorear los semáforos que la Secretaría de Salud irá actualizando semanalmente para permitir la reanudación gradual de las actividades, así como seguir observando estrictamente la sanitización de las personas, inmuebles y el distanciamiento social.
Fase III: Para emprender con normalidad la vida pastoral ordinaria de nuestras diócesis y parroquias, debemos tomar muy en cuenta las disposiciones de la Secretaría de Salud en cada una de nuestras regiones.
III. Directrices para la reapertura gradual de las celebraciones en la Iglesias.
Ofrecemos algunos elementos a considerar, para que se pueda dar una “respuesta discernida y prudente en la fase pandémica que estamos viviendo,” y se pueda retornar gradualmente a la administración sacramental.
Lo aquí presentado no agota la creatividad y acción que, junto con los Vicarios Episcopales de Pastoral, los Decanos, los presbiterios y laicos agentes de pastoral puedan implementar.
Estas directrices pueden ser adaptadas a las diferentes realidades de nuestro país, tanto Urbana como Rural.
+ Lo primero que sugerimos es la creación de un Equipo Estratégico para el prudente discernimiento pastoral.
+ Prorrogación, hasta alcanzar una situación más favorable, de la dispensa del precepto dominical.
+ Regreso contenido. El reinicio de las misas con la asistencia de un número reducido de fieles, con las medidas de precaución, sin síntomas, ni temperatura.
+ Diseñar una campaña pastoral para dar la bienvenida de regreso a los fieles a la participación Eucarística.
+ Ofrecer propuestas para las celebraciones de los sacramentos y flexible calendarización.
+ Realizar la Confesión persona – persona con sana distancia en espacios amplios o abiertos, en diferentes días, quizá por turnos, o por cita para espaciar la gente o recurrir a otros medios, con sentido común y prudencia.
+ Implementar un plan de reactivación económica para la diócesis y para el sustento de las parroquias con escasos recursos.
Sugerencias de elaboración del Plan diocesano/parroquial, para la celebración de Misas con control de Asistentes
+ La duración de la Misa sea de 60 min, como máximo.
+ El número de ministros presentes en el presbiterio sea reducido al mínimo, observando siempre las indicaciones de sana distancia.
+ Se puede contar con el servicio de organista; sin embargo, no se omita el canto a cargo de un coro, con las debidas medidas.
+ Se desaconseja el uso de subsidios para la celebración que sean repartidos a los fieles (v. gr. hoja dominical)
Presentamos estos lineamientos generales, a manera de orientaciones, para que cada obispo en su Iglesia Particular pueda normar, concretizar y detallar técnicamente según su propia realidad.
¡Demos gracias a Dios por el retorno paulatino que viviremos! Deseamos que, el asumir interiormente esta experiencia, nos ayude a crecer y madurar en nuestra vida de fe, esperanza y caridad. Que la Virgen de Guadalupe nos cubra con su manto y nos ayude a superar esta pandemia y la gran crisis que ésta ha provocado.
✠ Domingo Díaz Martínez
Arzobispo de Tulancingo y Responsable de la Dimensión Episcopal para la Pastoral de la Salud.
✠ Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey y Presidente de la CEM.
✠ Alfonso G. Miranda Guardiola
Obispo Auxiliar de Monterrey y Secretario General de la CEM.
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