Obispos analizan grandes temas y retos de la Iglesia mexicana “México está en ebullición…” Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano

“México está en ebullición…” Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano
“México está en ebullición…” Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano

El cambio de época “Nos pone en crisis, nos pone preguntas, pero también nos activa”.

Comunicadores católicos se encuentran reunidos en Ciudad Juárez en el marco del XXVI Encuentro Nacional de Pastoral de la Comunicación que organiza la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación de la CEM en la semana del 14 al 18 de octubre.

En el panel titulado “Cómo recuperar la confianza en la Iglesia a través de las acciones y la comunicación de éstas”, se examinaron los grandes temas que enfrenta el catolicismo en México. Mons. Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano presentó el “estado actual de la Iglesia en México” destacando la situación como “contrastante”.

Por un lado, diría, sigue un gran número de fieles participando en la vida de la Iglesia” al referirse a las personas que buscan colaborar en las diversas organizaciones de servicio que a nivel eclesial se estructura a nivel nacional. Sin dar un estimado en cuanto a las cifras, Mons. Cabrera López no evadió la existencia de grupos que están molestos. Hay quienes deciden, diciéndolo o no, separarse de la Iglesia… es el famoso tema de la apostasía… silenciosa o apostasía ruidosa y que ocupa, sin duda, un espacio muy importante en los medios porque la mayoría católica, vamos a decir, lleva su caminar sereno, pacífico y participativo, pero también se conforma de otro modo dado que también la sociedad se modifica… tenemos desafíos diversos…”

Al impostar sobre el ambiente pastoral en las grandes ciudades, Cabrera López señaló: Lo urbano nos está cuestionando muchas formas de vivir, muchas maneras de organizarnos, muchas formas de llevar adelante el mensaje del Evangelio. No puedo decir que todo esté bien, tampoco puedo decir que todo esté mal. Son desafíos que tenemos en este cambio de época”.

Más adelante enfatizó sobre el sentido del famoso “cambio de época”: “Nos pone en crisis, nos pone preguntas, pero también nos activa para ir adelante siguiendo la invitación del Papa Francisco para ir a la periferia… allá donde nadie va y la Iglesia católica sabe que tiene que estar ahí a donde nadie va”.

Panel en Cd. Juárez.

Por su parte, el secretario general de la CEM, Mons. Alfonso Miranda Guardiola, indicó los retos de la Iglesia en México y que ocupan los trabajos de la Conferencia del Episcopado Mexicano: “Es el tema de migrantes, jóvenes y sacerdotes… sin descuidar otros vitales como el de protección a menores, el cuidado de la tierra, de la construcción de paz y el de libertad religiosa”.

Más adelante, a insistencia del moderador del panel, el periodista Gregorio Martínez Garza, conductor de Noticieros Televisa, Mons. Cabrera impostó sobre las condiciones actuales de crisis frente a la Iglesia: “Tenemos la crisis nueva de la sociedad que cambia, de la importancia de las nuevas tecnologías, de lo que implica el crecimiento de las ciudades y las inconformidades de la población… Todo este es el gran océano de problemas en nuestro país… Hablamos de las personas y encontramos dificultades, hablamos de las familias y tenemos otras problemáticas como la violencia familiar que escala. Antes era violencia entre el esposo y la esposa, ahora es violencia padres e hijos… es el escalonamiento de la problemática… México es un país que está en ebullición, no está tranquilo, tiene muchas cosas que arden…”

Al realizar el diagnóstico, las soluciones ofrecidas por la Iglesia parecen evidentes. Así fueron acotadas por el padre Javier Calvillo de la Casa de Migrantes de Ciudad Juárez, quien destacó las formas de hacer este trabajo. La Iglesia es pastor y madre.La Iglesia debe estar atenta a lo que la sociedad diga y piensa de ella... 

Mons. Víctor René Rodríguez Gómez, responsable del encuentro de pastoral de comunicación, incidió especialmente en la crisis de las autoridades en cualquier ámbito, incluso en la familia. La salida, a juicio del prelado se da especialmente en el fomento del diálogo “Es uno de los retos de la Iglesia en el tiempo actual… dialogar con los jóvenes en el lenguaje de los jóvenes… Otro de los retos es que, en lugar de seguir en el pedestal de quien siempre tiene toda la razón y respuestas, es entrar en el diálogo para acompañar en las distintas expresiones.” Para el obispo de Valle de Chalco, es vivir una nueva situación donde pueda compartirse la tarea y “donde tenemos mucho qué decir por el Evangelio que se nos ha  confiado, pero no como quien siempre ha estado arriba sino quien se pone al nivel para el diálogo y compartir la vida Eterna que es la de Cristo”.

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