Tras 13 domingos de suspensión del culto dominical y de congregación religiosa, México inicia el regreso gradual de actividades para las iglesias, comunidades y asociaciones religiosas. Fue el 24 de marzo cuando, a fin de mitigar el índice de contagios, el gobierno federal aplicó la Jornada Nacional de la Sana Distancia para mitigar los contagios por coronavirus; previamente, la Conferencia del Episcopado Mexicano y los obispos del país, iniciaron medidas de seguridad sanitaria e higiene que se consumaron en la dispensa dominical de la misa iniciando la clausura parcial del culto público que limitó la congregación de fieles.

Este martes 16 de junio, la Secretaría de Gobernación, principal autoridad que regula las relaciones con las iglesias, emitió un comunicado dirigido a las iglesias, agrupaciones y asociaciones religiosas en donde da a conocer algunos criterios para la llamada nueva normalidad de conformidad con los criterios de la Secretaría de Salud sobre la reapertura de las actividades sociales, educativas y económicas.

El 31 de mayo, la Jornada Nacional de Sana Distancia terminó y el gobierno federal instauró la aplicación de un semáforo nacional por el que se señala el nivel de riesgo de contagios por estados y municipios. Ante la previsión del fin de esta jornada y la reapertura gradual, la Conferencia del Episcopado Mexicano emitió previamente las Orientaciones litúrgicas para reanudar el culto religioso en tiempos de pandemia. 

Los criterios de la SEGOB, a través de la Subsecretaria de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos, recomiendan la aplicación del semáforo en las actividades religiosas de las comunidades e iglesias. Con semáforo rojo, las actividades se verían suspendidas, mientras que en naranja y amarillo, en el que se encuentran 16 Estados del país, el aforo de asistencia estaría permitido al 25 y 50 por ciento respectivamente.

Sólo en los colores preventivos máximos -rojo y naranja- estaría la restricción de la población vulnerable donde están los mayores de 60 años, personas que viven con diabetes, hipertensión arterial, cáncer o enfermedades que comprometan su sistema inmune, además de las mujeres embarazadas y los niños.

De acuerdo con la Secretaría, la apertura limitada estará en consonancia con las indicaciones de las autoridades municipales y estatales. En ese sentido, el regreso a las actividades religiosas no tiene una fecha única, las actividades de culto religioso podrán ser reanudadas en fechas distintas, dependiendo de la evolución de la epidemia por COVID-19 en México, por lo cual, la fecha podrá variar entre entidades federativas y municipios, se lee en el documento de la autoridad federal.

Las recomendaciones se concentran en las medidas preventivas de higiene personal y comunitaria, filtros de supervisión sobre estado de salud de los asistentes y sana distancia. Las entidades religiosas y comunidades estarán obligadas a la desinfección de los espacios de culto de forma periódica y constante, la medición de temperatura a feligreses, instalación de dispensadores de antibacteriales o la aplicación de los mismos previo el ingreso a recintos y lugares de culto religioso, la distancia de más de metro y medio entre asistentes y se debe considerar que el aforo de los templos donde se celebren ritos de culto se realice de acuerdo con la semaforización, lo cual ayudara a garantizar que se puedan mantener las medidas de sana distancia.

A diferencia de otros países donde, previo al descenso de casos y aplanamiento de la curva de contagios se toleró el regreso gradual, la reapertura de actividades en México se inicia justo en el momento más crítico de la pandemia cuando la tasa de contagios se mantiene sostenida con más de 154 mil casos acumulados y 18 mil muertes consecuencia del covid-19. Entre los críticos a la reapertura y regreso a las actividades en general es el diputado Porfirio Muñoz Ledo, primer presidente de la mesa directiva en la LXIV Legislatura, quien a través de tuiter consideró que lo fundamental es que “no se dispare el contagio”, pero no en que “ya se domó la pandemia”. Las investigaciones científicas nos colocan en el punto más alto de contagios junto con la India, Sudáfrica, Brasil y otros países de América Latina.