A la fecha, se lamenta el deceso de cuatro obispos Persisten muertes por covid-19 en clero mexicano

Persisten muertes por covid-19 en clero mexicano
Persisten muertes por covid-19 en clero mexicano

Reporte advierte de falta de información del impacto de la enfermedad en mujeres de la vida consagrada.

Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial tuvo noticias de monasterios femeninos que padecieron la enfermedad y se dieron decesos.

Ciudad de México.- El décimo cuarto Reporte CCM de Clérigos y Religiosos fallecidos en México por complicaciones asociadas al COVID-19 compiló siete nuevos casos de sacerdotes fallecidos durante la pandemia de coronavirus en México con lo que el conteo asciende a 4 obispos, 135 sacerdotes, 8 diáconos y 5 religiosas hasta el 31 de diciembre del 2020.

El sacerdote Omar Sotelo Aguilar y el investigador Guillermo Gazanini Espinosa presentaron la actualización del reporte que el Centro Católico Multimedial inició el abril pasado.

"El periodo del 15 al 31 de diciembre se ubicó en un tiempo particularmente difícil y catastrófico para miles de personas en el país. Diversos Estados revirtieron la condición de sus semáforos para situarse en naranja y rojo debido al alza de contagios y del número de fallecidos agudizado por las condiciones invernales y, en cierta medida, a la irresponsabilidad comunitaria donde las fiestas, celebraciones y actividades económicas de este tiempo, relajando las medidas sanitarias y preventivas a pesar de los llamados de diversas instancias de gobierno para evitar cualquier reunión o aglomeraciones. Las entidades en situación crítica reportaron saturación al 100% de camas de hospital", contextualiza el CCM.

El Centro Católico Multimedial afirma que, dicho periodo que coincide con as Posadas, la Navidad y las fiestas de Fin de Año, la Iglesia católica mexicana vivió situaciones también adversas: "Algunas circunscripciones eclesiásticas tuvieron un elevado número de sacerdotes contagiados como las arquidiócesis de Guadalajara y México. Como se describió en reportes anteriores, se continúa lamentando el vacío sobre la situación de comunidades, congregaciones y órdenes religiosas, especialmente de las femeninas. No existe un panorama cierto del impacto del covid-19 en las mujeres consagradas de la Iglesia. La Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial tuvo noticias de monasterios femeninos que padecieron la enfermedad y se dieron decesos".

El reporte también comparte la preocupación sobre el estado de salud de los obispos mexicanos (la gran mayoría pertenece a la población vulnerable ante el COVID) pues hasta el momento se ha tenido noticia que por lo menos 14 obspos han resultado positios a COVID, de los cuales cuatro han fallecido, nueve han presentado síntomas menores o se han recuperado y uno se encuentra hospitalizado en delicada condición de salud.

El 15 de diciembre se supo que el arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, mientras se recuperaba de una operación de próstata, fue contagiado. Dos religiosas de la casa episcopal, las hermanas Cruz Morales Hernández y Gela Montes Fernández, Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote, dieron positivo a la enfermedad. Y, hasta los primeros días de enero dle 2021, la evolución del arzobispo era satisfactoria.

El 16 de diciembre se hizo del conocimiento público el contagio de Francisco Daniel Rivera Sánchez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México: "Lamentablemente, las escasas noticias sobre la salud del obispo no han permitido dar seguimiento de su recuperación que se supo era grave, pero estable".

El 27 de diciembre, la diócesis de Tampico informó que José Armando Álvarez Cano fue hospitalizado debido a las complicaciones de la enfermedad; a pesar de esta condición se supo que había una evolución favorable.

"De esta manera, se puede decir con certeza que el episcopado mexicano ha perdido cuatro obispos, tres eméritos y uno en funciones. Se advirtió de obispos infectados. De acuerdo con la información remitida a la Unidad de Investigación hasta el 14 de diciembre eran once casos en el episcopado nacional quienes padecieron la enfermedad".

 Como en cada reporte, el CCM presentó un breve biográfico de los ministros que han perdido la vida por COVID.

1. Pbro. Salvador Navarro Vidaurri. De 65 años y presbítero de la diócesis de Texcoco. Prestaba su ministerio en la parroquia de San Pedro de Texcoco. En diversos posts escritos a su comunidad, el sacerdote informó a su comunidad de la mejoría en su salud en cuanto a los problemas respiratorios y de oxigenación. Llamado cariñosamente Tatita, el sacerdote falleció por complicaciones derivadas del covid-19.

2. Pbro. Pedro Pantoja Arreola. De 76 años, sacerdote en la diócesis Saltillo. La noticia del fallecimiento causó consternación. La vida y ministerio de Pedro Pantoja estuvo íntimamente asociada a la lucha social y de defensa de los marginados. Impulsor de la Casa del Migrante de Saltillo; fue hijo de campesinos que fundaron una familia de ocho hermanos quienes vivieron duras condiciones de pobreza. La labor por la defensa de los derechos humanos de Pedro Pantoja fue reconocida por organismos internacionales. Diversas condolencias se dieron en tuiter. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México expresó su solidaridad a la familia del padre Pedro y a todas las personas por las que él trabajó durante su vida. El Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU tributó un reconocimiento por “la valentía de su discurso, la congruencia de su trabajo y la humildad que lo caracterizó... su legado vivirá por siempre”. La Fundación Sergio Méndez Arceo, concedió al activista el premio 2009, por el trabajo del presbítero quien desde 1965, se esforzó en la construcción de una sociedad solidaria y respetuosa de los derechos humanos.

3. Pbro. Félix Chávez Cordero. De 54 años y del clero de la Arquidiócesis de Chihuahua. Párroco de la comunidad de El Buen Pastor, el sacerdote gozó del especial cariño y aprecio de los fieles quienes recordaron la vida y entrega del presbítero. La dura batalla que libró contra el covid-19 tuvo el fatal desenlace de quien “En esta crisis de salud, no dudó en poner en riesgo su salud y hasta entregar su vida, siempre al pie del cañón y por eso, nosotros recordamos las palabras del evangelio, el ministerio sacerdotal de nuestro hermano José Félix ha dado y seguirá dando abundantes frutos”, según se expresó durante sus honras fúnebres.

4. Pbro. José Silviano Hugo Cortés Morales. De 60 años y perteneciente a la diócesis de Papantla. En la homilía por las honras fúnebres presidida por el obispo José Trinidad Zapata Ortiz señaló que el padre Hugo se alimentó “constantemente de este pan vivo bajado del cielo… El Señor lo ha llevado ahora ahí a donde no es un banquete sacramental sino la realidad celestial de lo que creía… de lo que celebraba”.

5. Pbro. Ramón Esquivel Santos. De 78 años. Presbítero del clero de la diócesis de Ciudad Altamirano. En un post difundido en las redes sociales, el obispo Joel Ocampo Gorostieta expresó: Les pido su oración y tomen en serio está situación del COVID-19 es muy delicada, cuídense y cuidemos a aquellos que están a nuestro lado. Dale, Señor, el descanso eterno y luzca para él la luz perpetua”.

6. Pbro. José de Jesús Serrano Avelar. De 91 años. Prestó su ministerio en diversas comunidades de la Arquidiócesis Guadalajara. En un comunicado firmado por la cancillería del arzobispado, se hicieron notar las cualidades del presbítero con las siguientes palabras: El padre Chuy fue un sacerdote fraterno, dedicado, responsable, tranquilo, de trato fino, amable y respetuoso, buen administrador 1o que hizo posible poder construir y remodelar en sus comunidades los edificios eclesiales. Fue un sacerdote disponible a la atención de los fieles en el confesionario, y mantuvo un trato especial a los enfermos, estuvo al pendiente de sus comunidades en el servicio pastoral siendo muy creativo. Sobrellevó sus enfermedades con espíritu de fe y se mantuvo fiel a la cruz en medio de sus aflicciones”.

7. Pbro. Aurelio Salas Serrano. De 87 años, incardinado, sirvió en la arquidiócesis de Guadalajara después de ser Misionero de la Sagrada Familia. Desempeñó varios cargos en la arquidiócesis y en diversas comunidades. “En recuerdo de su trabajo, la cancillería arquidiocesana expresó que fue amable, agradecido, noble, sencillo, respetuoso, atento en el trato con las personas. Fue un sacerdote con espíritu de fe, con dedicación a la preparación espiritual, intelectual y pastoral, fue un Pastor emprendedor, piadoso y fiel en el ministerio”.

El 14 reporte del Centro Católico Multimedial puede consultarse íntegro dando click aquí.

ccm

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