Juan Pablo II visitó México en cinco ocasiones Quince años de la muerte del Papa Magno y el México “Siempre Fiel…”

Quince años de la muerte del Papa Magno y el México “Siempre Fiel…”
Quince años de la muerte del Papa Magno y el México “Siempre Fiel…”

Vicente Fox dio un mensaje de condolencias alabando el talante estadista y espiritual del Papa que condujo a la Iglesia por 27 años

2 de abril, 2005. La prolongada agonía de Juan Pablo II llega a su fin. A las 21:37 hrs de ese sábado, mientras miles oraban en la Plaza de San Pedro, el sustituto de la Secretaría de Estado, Mons. Leonardo Sandri, comunicaba lo que ahora es la frase que conmovió al orbe católico: “Ha regresado a la casa del Padre”.

“Todos nos sentimos huérfanos”, diría el cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado Vaticano, agradeciendo a Dios que la pascua de Juan Pablo II se haya dado en la víspera del domingo de la misericordia. Justo a la medianoche, una liturgia de la palabra presidida por el consiliario general de la Acción Católica Italiana, Mons. Francesco Lambiasi, alabó la vida del pontífice viajero: “Estamos celebrando el santo viaje del Papa hacia el Padre celestial, su pascua, su paso de este mundo a la vida que no muere…”

Esa noche, como lo determina la constitución apostólica, “Universi Dominici Gregis”, después de que el médico personal de Juan Pablo II, diera fe de las causas de la muerte y del examen del cuerpo del difunto pontífice, se abría el antiquísimo rito funerario que incluyó la notificación al pueblo de Roma. Como es conocido, jefes y representantes de gobiernos internacionales dieron sus condolencias. En ese tiempo, Vicente Fox Quesada, presidente de México, dirigió un mensaje prodigando calificativos que ubicaron al Papa como de los más prominentes protagonistas del siglo XX e incansable defensor de los derechos humanos además de recordar su primera visita a México, el 25 de enero de 1979 y, desde luego, la visita hecha por Fox en 2001 al Vaticano. Juan Pablo II estuvo en México en 2002 para la canonización de Juan Diego y la beatificación de los mártires cajonos de Oaxaca:

“Con pesar, hemos recibido la noticia del sensible fallecimiento de Su Santidad Juan Pablo II ocurrido el día de hoy. En nombre del pueblo y del gobierno de México expreso nuestras más sentidas condolencias por el triste deceso de Su Santidad, ilustre estadista y hombre de ejemplar fortaleza espiritual.

En este doloroso momento, México desea rendir tributo a una de las figuras más prominentes del siglo XX y de los albores del nuevo milenio. A través de sus enseñanzas y de la vasta obra de su pontificado, el Papa Juan Pablo II deja un extraordinario legado a la humanidad. En particular, le recordamos por su tenaz lucha a favor de las grandes causas de la paz y el entendimiento entre los pueblos y las naciones alrededor del mundo.

Su Santidad Juan Pablo II desplegó también una formidable energía dedicada a la defensa de los derechos humanos y la dignidad de las personas. Su testimonio de solidaridad y su honda preocupación por los más necesitados y desamparados quedaron plasmados en sus acciones y mensajes de aliento a favor de las comunidades indígenas, los emigrantes, los refugiados, los discapacitados, las mujeres, los niños, los ancianos y los enfermos.

Ciertamente su nombre perdurará en el recuerdo de la inmensa mayoría de los mexicanos con quienes mantuvo un entrañable vínculo desde aquella ocasión en que, por primera vez, pisó nuestras tierras, el 25 de enero de 1979. A la postre, ese viaje a nuestro país marcó la senda de su infatigable misión como “Peregrino de la paz” y portador del testimonio de su fe a creyentes por todos los rincones del mundo.

Es muy significativo que los lazos de amistad y colaboración entre México y la Santa Sede dieron un paso trascendental durante su Pontificado con el establecimiento formal de nuestras relaciones diplomáticas en 1992. En lo personal recuerdo con singular emoción los fructíferos encuentros que sostuve con Su Santidad tanto en la visita oficial que efectué al Vaticano en el año 2001 como durante su viaje a México un año después”. Vicente Fox Quesada, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

Fox recibió a Juan Pablo II besando la mano del anciano Papa lo que causó revuelo y gran polémica debido a la separación de los negocios civiles y eclesiásticos, el Estado laico y la sumisión de un Jefe de Estado a un soberano extranjero.

beso-de-vicente-fox

Juan Pablo II visitó México en cinco ocasiones. La última, del 30 de julio al 1 de agosto de 2002. Un Papa muy dañado en su salud llegó de nuevo ante la Virgen de Guadalupe para consumar aquel primer acto de elevación a los altares de su vidente, Juan Diego, cuando el 6 de mayo de 1990 lo beatificó junto a los niños mártires de Tlaxcala, Cristóbal, Antonio y Juan.  

Tras su muerte, el clamor popular reclamó la pronta elevación a los altares de quien ya era llamado Papa Magno. Benedicto XVI lo beatificó el 1 de mayo de 2011 y el actual Papa Francisco celebró su canonización, el 27 de abril de 2014. Y quizá las palabras más recordadas del Papa santo al pueblo de México fueron las que dijo el 26 de enero de 1979 en catedral metropolitana de la arquidiócesis de México, en ese tiempo, apacentada por el arzobispo Ernesto Corripio Ahumada, elevado a la dignidad cardenalicia unos meses después, en junio de 1979, en el primer consistorio de Juan Pablo II. En Catedral resonó este discurso:

“De todas las enseñanzas que la Virgen da a sus hijos de México, quizás la más bella e importante es esta lección de fidelidad. Esa fidelidad que el Papa se complace en descubrir y que espera del pueblo mexicano. De mi patria se suele decir: Polonia Semper fidelis. Yo quiero poder decir también: México Semper fidelis, México, siempre fiel”.

Volver arriba