Este domingo 9 de agosto, catedral de Cuernavaca abre el culto a los fieles Ante el covid-19 se necesita una “conversión de la humanidad”: Pbro. Édgar Olivera Mavil

Ante el covid-19 se necesita una “conversión de la humanidad”: Pbro. Édgar Olivera Mavil
Ante el covid-19 se necesita una “conversión de la humanidad”: Pbro. Édgar Olivera Mavil

Obispado de Cuernavaca reabre gradualmente templos después de capacitaciones para sensibilizar en la responsabilidad.

“Fieles y sacerdotes han sido muy receptivos, tuvieron el compromiso de cumplir responsablemente todos los pasos”.

“Si alguno todavía cree que el virus existe o que nada le va a pasar, necesitaría revisar esa capacidad de ser humano”

 

Tras casi cinco meses de restricciones de actividades, la diócesis de Cuernavaca abre gradualmente templos y comunidades mismo que comenzó el martes 4 de agosto con la celebración de la misa crismal presidida por el obispo Ramón Castro Castro en catedral.

El Estado de Morelos pasó a semáforo naranja en julio pasado. Y aunque entre las actividades no esenciales que tenían prevista la reapertura estaban las comunidades religiosas, la diócesis de Cuernavaca aplazó esta situación al decidir una etapa de capacitaciones intensivas a las 113 parroquias de la diócesis de Cuernavaca a fin de dar una meticulosa capacitación a sacerdotes y fieles para recurrir a la reapertura responsable y de acuerdo con las realidades particulares de cada comunidad.

Mons. Ramón Castro Castro encomendó esta tarea al llamado equipo “Misión Centurión”, los siete sacerdotes encargados de la atención de enfermos covid-19 en el Instituto Mexicano del Seguro Social en el Estado. En entrevista, el responsable de la Pastoral de la Salud diocesano, el joven presbítero Édgar Olivera Mavil (1978),  da cuenta de la manera la manera en la que se realizaron estos cursos de capacitación impulsados por el obispo Ramón Castro Castro.

Las capacitaciones para la reapertura, explica el presbítero, se impartieron en las cuatro vicarías de la diócesis. En cada parroquia se tuvo en cuenta la realidad de los espacios como punto esencial. Se evaluó el aforo de las personas en cada parroquia para evitar aglomeraciones.

Olivera Mavil, quien fue ordenado en 2010, señala que uno de los beneficios para el reinicio del culto público son los espacios abiertos en la mayoría de las parroquias: Después del sismo, las afectaciones obligaron al acondicionamiento de lugares exteriores debido a que los edificios fueron dañados, esto es una ventaja. Esto permite una mejor adecuación de los espacios para recibir a la gente. Esto es algo muy positivo y lo estamos usando a nuestro favor.

Otro aspecto fue el de los grupos vulnerables, adulto mayores y niños, debido a que son quienes participan activamente en las comunidades y lugares de culto religioso, lo aconsejable es que permanezcan en sus casas, pero vimos algunas opciones para ellos. Queremos irles preparando un camino seguro en esta nueva normalidad parroquial. Estamos ahora por proponer algunas actividades para los adultos mayores conforme a la realidad de la parroquia y en comunión con el párroco para tomar decisiones. El obispo nos ha pedido prudencia en ese sentido.

Mons. Castro Castro. Capacitación.
Mons. Castro Castro. Capacitación.

Si bien las capacitaciones trataron de cubrir la mayoría de las comunidades parroquiales, se trató igualmente de dar herramientas y no imponer criterios uniformes. Quisimos ayudar a planificar las reaperturas de la forma más prudente. De hecho, no hay una fecha general para exigir la apertura de los templos, a partir de la celebración de la misa crismal y de la realidad de semáforo estatal, los sacerdotes decidirán cuál es el mejor momento para recibir de nuevo a los fieles. No tenemos prisa, muchos están planeando las capacitaciones a equipos parroquiales para preparar a los laicos en la reapertura, repito, no tenemos prisa y queremos hacerlo responsablemente por el bien de nuestra salud.

Teniendo como documento principal los Lineamientos generales para la reapertura al culto religioso en tiempo de pandemia de la Conferencia del Episcopado Mexicano, la estructura de las capacitaciones de la diócesis de Cuernavaca se dio en dos partes, una teórica y práctica. Presentamos a los grupos diversas infografías sobre los documentos de la CEM y de los aspectos generales de la enfermedad, acerca de los contagios y de las maneras como se podría tener el virus, las medidas mínimas para ingresar a los sitios de culto como el adecuado manejo de los termómetros y prestar especial atención en los síntomas que cualquier persona puede presentar. Una cosa importante por destacar es cómo quisimos hacer énfasis en la situación de las comunidades a partir de la reapertura, en coordinación con las medidas solicitadas por la Secretaría de Salud del Estado de Morelos, esto contempla el número necesario de personas para estas actividades y de la higienización de espacios. Los aspectos prácticos fueron específicos, como la técnica correcta de lavado de manos y de desinfección con alcohol-gel conforme a los criterios de la Organización Mundial de la Salud. De igual forma, quisimos hacer ejercicios en torno a la entrega de la comunión en la mano, el correcto uso del cubrebocas. Fieles y sacerdotes han sido muy receptivos, tuvieron el compromiso de cumplir responsablemente todos los pasos.

Catedral. Listos para reapertura.
Catedral. Listos para reapertura.

Desde su presentación como coordinador del equipo sacerdotal de la diócesis de Cuernavaca para atender a los enfermos de covid, Édgar Olivera, quien además es responsable de la pastoral de la salud a nivel de la provincia eclesiástica de Toluca, ha tratado con los pacientes para dimensionar no sólo la realidad de quienes padecen el dolor de la enfermedad, también de la angustia de las familias y de la lucha que los equipos de profesionales de la salud realizan cotidianamente en el Instituto Mexicano del Seguro Social en Cuernavaca. Para el presbítero, no es fácil responder cómo ha sido el manejo de la pandemia que nos mantiene en una difícil situación. Afirma: Hay muchas personas quienes han asumido su responsabilidad e igualmente la incredulidad de muchas personas dio lugar para poner atención y hacer las cosas. Efectivamente, de muchos hubo una especie de conversión para asumir su responsabilidad frente a la enfermedad. En los hospitales vi un compromiso de los equipos médicos. Luego escucho con mucha tristeza toda índole de comentarios contra ese personal, creo que, ante la pandemia, su respuesta fue impresionante, en todos los hospitales. Ante la realidad, vimos que no estamos preparados, pero frente a ella, supimos que podemos hacer las cosas. Cuando comenzó esta problemática, un médico me dijo: ‘Padre, en tiempo de pandemia, todos podemos ayudar’, efectivamente, en este tiempo no hay divisiones por religiones, hemos hecho oración con personas que no son católicas, con personas que no compartían la misma fe, pero sí el amor a Dios y a todas las personas quienes hacen oración por ellos. Esa es la realidad de nuestro país, no todos supimos ser responsables, pero otros más pusimos todo para ayudar.

Olivera Mavil. Responsabilidad.
Olivera Mavil. Responsabilidad.

Y ante la pandemia y los duros tiempos que vivimos, el padre Olivera dirige un sentido mensaje para comprender cuál es el espíritu que encierran estos momentos que parecen incomprensibles. El hecho de que alguno no esté inmerso en una realidad no quiere decir que deje el sentido de ser humano hacia los demás. Algo que se nos enseño en esta pandemia, por ejemplo, es que, si no permanecemos en casa, podemos poner en peligro a otros. Si alguno todavía cree que el virus existe o que nada le va a pasar, necesitaría revisar esa capacidad de ser humano, convertirse de corazón a la necesidad del otro, eso sería una buena reflexión para quienes todavía afirman la inexistencia del virus o que los enfermos padecen otras cosas. Las cifras hablan, ver a un enfermo cara a cara es ver sus necesidades y desesperación. Hace falta una conversión de la humanidad, tal vez si fuera una mentira o una pantomima, también sería oportunidad para practicar la humanidad, la forma de ser humano. Seamos más humanos.

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