Mons. Ramón Castro Castro lanza un sentido mensaje de cercanía ante los tiempos difíciles de la humanidad que afronta el mal del coronavirus. Durante la misa dominical y a través de un video, el obispo llamó a estar alerta y discernir los signos de los tiempos. “Hay gran temor e inquietudes muy fuertes” señaló advirtiendo que estas noticias vienen a desequilibrar la vida.

¿Qué está pasando? Tras poner a consideración los textos bíblicos de Mateo 16 y Lucas 22, Mons. Castro afirmó la presencia de Dios en la historia, “está inmerso… en la realidad que estamos viviendo… es un deber nuestro escrutar estos signos de los tiempos”.

Dio a los fieles dos claves para saber discernir estos signos en los momentos particulares de la historia: Vigilar y leer proféticamente estos hechos. La fe, a juicio del prelado, es elemento fundamental para entender los acontecimientos para saber lo que Dios nos está diciendo.

“Yo creo que esta crisis del coronavirus es un signo de los tiempos muy importante”. Y lejos de infundir temor, incertidumbre o ser motivo de desesperación, animó a asumir con valentía esto hechos para entender lo que Dios quiere. “No vayamos a dejar esta oportunidad y no reconozcamos la voz de Dios”.

El prelado afirma sobre la crisis que el ser humano se está descubriendo débil, frágil e impotente. Obligado a cambiar su estilo de vida, “aquellos que se sentían tan seguros por su dinero y por su poder, ahora deben estar encerrados…” Y sentencia: “Nos estamos enfrentando al inicio de la conformación de un nuevo orden mundial”

El obispo llamó a hacer un alto para reflexionar sobre estos hechos. “¿Qué es lo que vamos a hacer ante esta emergencia sanitaria?” La especulación va hacia un llamado de atención de Dios mismo para advertirnos que lo hemos hecho a un lado. “¿No será que nos hemos dejado llevar por ideologías nefastas, por el consumismo, que nos hemos hecho tan materialistas?”

Castro Castro urgió a los files para hacer algo, discernir los signos de los tiempos y evitar el “analfabetismo divino” como le llamó para cerrarnos a lo que Dios dice.

Como obispo recomendó y suplicó a los fieles intensificar las oraciones y dejarse interpelar por Dios para saber “qué está diciendo”.

Mons. Castro no dejó pasar la oportunidad para indicar a todos sobre la necesidad de atender las medidas sanitarias. “Atendamos, con caridad y solidaridad, las normas que se nos piden para contener la epidemia. No seamos egoístas y demos la importancia que tiene mi aportación personal para que esto se controle…”

En la misa dominical del 15 de marzo, el prelado amonestó severamente a quienes, a pesar de las recomendaciones, insisten en recibir la comunión en la boca. “Tengo hijos desobedientes en esta diócesis de Cuernavaca. Hay un grupo apostólico y otros hijos míos… que están diciendo ¡Desobedezcan al obispo! ¡No reciban la comunión en la mano! Miren hijos, el que no está con el obispo, no está con Cristo. El que está con el obispo, está con Cristo.  Su conciencia no les permite recibir la comunión en la mano, no desobedezcas al obispo. ¡No comulgues! ¡Espérate! Que pase la emergencia sanitaria porque es peor comulgar desobedeciendo al obispo ¡Es peor! Entonces que nos quede claro. Si alguien en conciencia dice ‘Yo no puedo recibirte Señor en la mano’, no comulgues, así no pierdes tu estado de gracia.  Los que promueven la rebeldía contra el obispo son fariseos, ignorantes. ¡Cuidado!” El vídeo puede observarse aquí.