Indigna tuit de arzobispo Carlos Aguiar Retes ante caso de joven secuestrado y asesinado “Un pastor que no defiende a su rebaño, debería renunciar”: Director ACN

Emérito de México, cardenal Rivera Carrera, acompañó a la familia del joven Norberto Ronquillo Hernández: “Nos duele tanto y nos unimos al dolor de Norelia que no sabe, no tiene idea quién se llevó a su hijo…

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El secuestro y muerte de Norberto Ronquillo Hernández, joven estudiante de la Universidad del Pedregal, indignó a la sociedad capitalina que en últimas semanas ha padecido una desatada ola de violencia. Como mercancías, muchos ciudadanos han visto comprometida su integridad ante el acoso y acción de las bandas del crimen. Secuestros son la mejor forma de hacerse de dinero fácil sin respetar la vida de quien debe ser integrado a la seguridad de su familia. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, enero tuvo 16 plagios, cuatro en febrero 4 y seis en marzo, en un total de 26. En 2018, en ese mismo período se reportaron siete: tres en abril, dos en febrero e igual número en marzo sin caso alguno en enero. En la Ciudad de México, los secuestros crecieron cuatro veces.

Este reciente caso ha polarizado a la sociedad acerca del papel de los gobernantes incluso del consuelo que las autoridades eclesiásticas de la arquidiócesis deberían otorgar además de denunciar estos actos reprobables. Se exige, por ejemplo, la renuncia de la jefa de gobierno, la morenista Claudia Sheinbaum, quien no ha podido con estos altos índices delictivos, pero ¿Cuál ha sido la actitud desde el arzobispado de México?

Quien tuvo una palabra de consuelo, acompañamiento y solidaridad a la familia del joven Ronquillo Hernández, cuya familia pagó 500 mil pesos por su rescate -cerca de 23 mil euros- fue el arzobispo emérito de México, cardenal Norberto Rivera Carrera. El 9 de junio, en la parroquia del Espíritu Santo de la alcaldía de Iztapalapa, quien fuera Primado de México por más de dos décadas dirigió una sentida homilía que, además, tuvo el reclamo por el estado de cosas, la violencia e inseguridad en la Ciudad de México. Para el emérito, la  “situación se ha vuelto insoportable” y acusó que en la Ciudad, los capitalinos sufran “esa violencia que va a arrojando a sus habitantes hacía otras partes huyendo de esta hermosa Ciudad, tan significativa para tantos de nosotros. Y somos muchos que de alguna manera hemos vivido directamente la violencia”. El cardenal Norberto Rivera recordaba así la agresión de octubre pasado en su casa cuando una tentativa de robo acabó con la vida José Javier Hernández, uno de los policías responsables de la guardia y custodia de su persona y domicilio.

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Emérito de México en Iztapalapa. Consuelo a familia de Norberto.

Rivera Carrera dirigió un mensaje de solidaridad a la familia del joven victimado: Nos duele tanto y nos unimos al dolor de Norelia que no sabe, no tiene idea quién se llevó a su hijo Norberto. Nos unimos a su dolor y también a su esperanza para que pronto sea recuperado”.

Aunque el emérito de México acompañó a los deudos, un extraño y cómplice silencio -de omisión- vino desde el arzobispado de México. Mientras el cardenal Aguiar Retes y su Consejo episcopal están en una semana de planeación en Cuernavaca, tardíamente Marilú Esponda, responsable de las redes sociales del arzobispo primado de México, sólo alcanzó a tuitear, a nombre del cardenal Aguiar, el sentido “lamento” por la muerte de Norberto Ronquillo. Esto desató airados reclamos que cuestionaron cuál es el papel de Aguiar Retes en estos momentos.

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Sólo un tuit. "Lamento la muerte del joven..."

El primero de ellos fue el contratuit del canónigo de catedral José de Jesús Aguilar en donde parece incidir que no solamente las cosas se resuelven con mediocres tuits arzobispales lamentando los hechos. Así, exigió “denunciar la maldad… y al mismo tiempo, exigir justicia y seguridad a las autoridades para que cumplan con su deber de velar por la integridad de cada ser humano…”

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Padre José de Jesús. No basta lamentar

Pero el reclamo más airado vino de quien es canónigo metropolitano y exvocero del arzobispado de México durante el gobierno de Norberto Rivera Carrera, el actual director de la Agencia Católica de Noticias (ACN), Hugo Valdemar Romero.

En declaraciones a medios católicos, el canónigo expresó la indignación como ciudadano por el este secuestro. “Al enterarme del asesinato el sentimiento fue de un gran dolor por la víctima y su familia, y pensé en los asesinos, en la justicia divina de la que no escaparan por este crimen atroz y cobarde que cometieron”. Hizo suyo el reclamo de Alejandro Martí, el activista y presidente fundador de la organización México SOS quien también fue desagarrado en su ser de padre por el secuestro y muerte de su hijo Fernando en 2008. Martí, ante la incapacidad de las autoridades, espetó: “Si no pueden, renuncien”.

La incompetencia de Claudia Sheinbaum ha demostrado que “no puede con el cargo” por lo que exigió la renuncia de la jefa de gobierno cercana al presidente Andrés Manuel López Obrador.

No obstante, el canónigo fue más allá cuestionando el papel del arzobispo en estos momentos y el papel de la Iglesia para anunciar y denunciar. De acuerdo con las declaraciones aportadas, el canónigo puso de ejemplo el rasgo profético del obispo de Cuernavaca, Mons. Ramón Castro Castro quien, en la V Caminata por la Paz realizada el 1 de junio, contó con el apoyó de más de 30 mil personas para exigir la paz y terminar con la violencia que agobia a Morelos. Para Hugo Valdemar Romero, “Un pastor que no defiende a su rebaño también debería renunciar e irse. Hay que orar, ciertamente, pero también hay que hacer acciones concretas que ayudan a la consecución de la paz” aludiendo al tuit del arzobispo Aguiar.

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Director de la ACN. Si el pastor no cuida del rebaño debe irse...

No es la primera vez que Carlos Aguiar Retes es culpable de omisión que le ha causado ya una profundísima grieta entre él y sus fieles. Irremediablemente, se ha puesto de lado del silencio cómplice en pos de un ideal de “construir diálogo” en lugar de confrontaciones. Sin embargo, su tibia conducta no aporta al consuelo de los fieles de la arquidiócesis que está sin cabeza, sin pastor.

Algunos hechos han pasado de largo sin que el arzobispo muestre el mínimo gesto de solidaridad. Recién llegado a la sede capitalina, en diciembre de 2018siete niños murieron quemados en un incendio provocado en Iztapalapa. Para esos pobres entre los pobres no hubo ni un responso o mísero tuit de consuelo de parte de Carlos Aguiar por el eterno descanso de los niños calcinados, nada para aparentar siquiera interés por esos miserables de los que pronto se librará para tener un obispo de Iztapalapa especializado en los pobres del oriente de la Ciudad.

Tras el tiroteo en casa del cardenal Rivera Carrera, un tuit del arzobispo primado de México echó mano del mismo cliché al que está acostumbrada la administradora de las redes: “He recibido noticias del doloroso acontecimiento en la casa del Arzobispo Emérito Norberto Rivera. Lamento el fallecimiento del policía, y pido por su familia y el eterno descanso de su alma, seguimos a la espera de la información oficial por parte de las autoridades”. El anónimo policía no tuvo acción alguna de consuelo y denuncia que proviniera del arzobispo Aguiar.

Por lo demás, el nayarita se convierte en un arzobispo cada vez más lejano. La lista de omisiones podría seguir creciendo mientras que él, bajo la cómoda custodia de sus escoltas y en su búnker del sur de la Ciudad, parece absorto y fuera de la realidad cuando sus ovejas son apaleadas. Las voces inconformes comienzan a dejar los susurros para decir que el gobierno de Carlos Aguiar está en las vías de ser fallido para una Iglesia sin brújula y sin rumbo, por lo menos para la mayoría. “Un pastor que no defiende a su rebaño también debería renunciar e irse…” Y ese pensamiento cada vez más está en el ánimo de muchos fieles profundamente indignados, esos mismos que cada día enfrentan el miedo y zozobra por la violencia e inseguridad sin el consuelo del pastor.

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