Arzobispo de México cumple 71 años Esta es la personalidad del cardenal Carlos Aguiar

Esta es la personalidad del cardenal Carlos Aguiar
Esta es la personalidad del cardenal Carlos Aguiar

En su cumpleaños, la personalidad de Carlos Aguiar Retes aun tiene mucho que decir y revelar. El talante del líder se descubre en los momentos de crisis. Sea como sea, las preguntas no se pueden obviar cuando el actual arzobispo primado de México fue proyectado como un indiscutible individuo cuyos supuestos méritos personales y pastorales lo pusieron como sucesor de Fray Juan de Zumárraga.

Este 9 de enero, el arzobispo Carlos Aguiar cumple 71 años. Este blog decidió recordar este aniversario especialmente por el seguimiento hecho al primado de México en tiempos de crisis en la evaluación constante y necesaria poniendo a consideración de nuestros lectores información para conocer cuál es el estado de cosas que, muchas veces, no es fácil de conocer.

Es cierto, para muchos este aniversario, como otros más, pasará perfectamente inadvertido. Los medios leales al arzobispo harán un reconocimiento y alabarán su pretendido liderazgo que sólo lo alaba en el papel y, a la postre, ha demostrado el estado de abandono y desastre acentuado especialmente en tiempos de pandemia.

Justo en este cumpleaños, ofrecemos un análisis de la personalidad del prelado nacido en Nayarit, ausente, virtual y cada vez más rebasado por el cambio de época que él mismo vino cantando desde su asunción a la que fue la arquidiócesis más grande del país.

Muchos han opinado sobre el ficticio talente del arzobispo y su ‘atractiva’ personalidad. Su rostro dice mucho, revela demasiado, y parece que más cercano a las cosas del mundo que a lo genuino del cielo. Este blog se hizo de un análisis de Carlos Aguiar, un perfil que podría decir mucho para conocer por qué la arquidiócesis de México se encuentra en tal estado.

El perfil morfopsicológico del arzobispo Carlos Aguiar, elaborado por el Dr. Marcos Carrasco, psicólogo especialista en análisis facial, tuvo como referencia las escenas de un clip del arzobispo hecho en el adviento pasado donde el prelado hizo un llamado a los fieles a dar el diezmo y colaborar con aportaciones económicas. Las conclusiones del especialista son precisas sobre la personalidad de un individuo metódico y calculador.

Al arzobispo Aguiar Retes y nuestros lectores, este particular análisis bajo la justificación de que, como personaje público, don Carlos está puesto en la palestra de los medios y, con la salvaguarda de sus aspectos privados, damos las conclusiones del especialista basadas en una imagen que circuló en medios. Cada uno hará sus conclusiones.

¿Cómo es el arzobispo Aguiar Retes?

De acuerdo con el especialista, el prelado “es una persona con tendencia a reorganizar el orden y las estructuras, se interesa por hacer cambios radicales donde se note su presencia, su autoridad y su personalidad”.

Las facciones de su rostro arrojan elementos que parecen coincidir con el apego estricto a los bienes, “algunas líneas de su rostro, la forma de la nariz, el mentón, las orejas y la amplitud de su frente, nos indican que es una persona que en pocos años a acumulado posiciones materiales, como propiedades, dinero, etc. y por algunos periodos se ha dedicado a disfrutar de este recurso”.

La asimetría de su rostro podría ser indicio de la disyuntiva entre su vida personal y la privada que correría pode derroteros distintos y, por ello, el núcleo del que se rodea es muy preciso, selecto. Son pocos los que están en su innercircle: “tiene una vida publica que le interesa mostrar y una vida privada distinta, que le interesa esconder, además de observar las líneas de su lado izquierdo más marcadas, indican que es una persona que tiende a integrar sus amigos cercanos para trabajar con él, basado en su confianza personal hacia ellos”.

Una cosa interesante en las conclusiones del psicólogo es la cualidad del arzobispo para ser un hombre dedicado de trabajo y ahínco por el compromiso y recibir un especial trato para ser reconocido, así “su compromiso se centrará en beneficios personales más que desinteresados o por cumplir con otros. Además, que le interesa que otros lo traten con diplomacia y cortesía”.

Para nadie es desconocido que Aguiar Retes prácticamente se deshizo de quienes podían ser una especie de sombra a su persona para rodearse más bien de sujetos poco capaces, equívocos y subordinados. Su personalidad revela lo que podría ser la síntesis pragmática del adagio estás conmigo o estás contra mí. De acuerdo con el especialista si Aguiar “considera que otra persona tenga más conocimiento que él sobre algo, por ejemplo; que tenga más antigüedad que él, que tenga mayor autoridad, o que tenga mejores recursos para hacer su trabajo, lo considerará como poco comprometido a su persona. Tiende a interpretarlo como competencia o algún tipo de espía, buscará no enfrentarse con este tipo de personas porque en el momento de la foto se observa preocupación por ocultar aspectos de su vida y no podría correr riesgos”.

Ahondando en su autoridad como jefe o superior, el análisis reconoce la energía del prelado sobre todo cuando hay actividades nuevas frente a él. Diestro en las relaciones sociales, el arzobispo es hábil en la observación de actitudes. Más que una personalidad sinodal y de diálogo, la observación deduce la capacidad de Aguiar a ser propenso a estructurar jerarquías de subordinados que él conoce para tener cierto control, así afirma:  “Se interesa en que todos los involucrados participen de alguna forma y puede trabajar mejor si hay jerarquías o grados ya que es una guía para saber con quien esta tratando y como debe actuar según en cada caso o con cada persona”.

Esto revela igualmente la tendencia a blindarse en un núcleo de leales que sólo le responden. No salta al vacío. Exige lealtad “solo a él… sabe detectar el compromiso de las personas y su fidelidad, por ello ha desarrollado la tendencia a conservar a sus allegados antes que arriesgarse a conocer a otras personas”.

Como sucedió al inicio del gobierno en el arzobispado, se intentó demostrar que Aguiar era integrativo, pero al final descolla por cierto autoritarismo.  La novedad del cargo fue indicativo de decisiones y “cambios radicales para hacer notar su autoridad”, como por ejemplo, el desmantelamiento arquidiocesano; sin embargo, el análisis descubre el talón de Aquiles del Carlos Aguiar:  “Pasado un tiempo, sus decisiones serán confusas y contradictorias porque tiende a ponerse reglas o metas ambiguas o con muchos propósitos a cumplir”, por eso una de las habilidades es que otros realicen sus órdenes para no tener confrontaciones directas: “Evitará encargarse de la supervisión de los subordinados por no crearse enemigos, que en conjunto con su habilidad social, buscará a otros para que ellos se encarguen de ejecutar sus órdenes en contra de otras personas”

El análisis concluye categórico con la personalidad del sujeto en cuestión ubicándolo como “un sujeto mental” cuyo “proceder será apegado a reglas, códigos, normas dejando en segundo plano lo practico o lo lógico en algunos casos, para él es más importante cumplir la regla que dar resultados”.

En su 71 cumpleaños, la personalidad de Carlos Aguiar Retes aun tiene mucho que decir y revelar. El talante del líder se descubre en los momentos de crisis. Sea como sea, las preguntas no se pueden obviar cuando Aguiar Retes fue proyectado como un indiscutible individuo cuyos supuestos méritos personales y pastorales lo pusieron como sucesor de Fray Juan de Zumárraga. Lo cierto es que ahora, lo que se presumió como una vorágine de reformas, tienen sumida a esta Iglesia en una profunda crisis como no se había visto en su historia contemporánea. ¿Será levadura para hacer fermentar la masa? (Mt 13,33) o puro metal que ensordece y unos platillos estridentes (1Cor 13,1)

Felicidades, arzobispo Aguiar.

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