Editorial Arquimedios La provocadora solicitud en una carta

La provocadora solicitud en una carta
La provocadora solicitud en una carta

“Se convierte en la habilidad de alguien para cautivar e instrumentalizar políticamente la cultura del pueblo, con cualquier signo ideológico, al servicio de su proyecto personal y de su perpetuación en el poder”.

Una vez más, el Presidente de la República insiste en que España y El Vaticano pidan perdón a los pueblos originarios de México, por la conquista ¡de 1521!. Una vez más una distracción y un acto de populismo con características anacrónicas, evidenciando ignorancia y presumiéndola al mundo. ¡Y tanto que ha usado AMLO al Papa para su conveniencia!

La delegada para hacerle llegar la misiva al Pontífice fue su esposa, Beatriz Gutiérrez, y no su Secretario de Relaciones Exteriores, como sería lo apropiado, acto digno de otras consideraciones.

Al ser consultado sobre este asunto, el Rector de la Universidad Pontificia de México, el Pbro. Dr. Mario Ángel Flores, resaltó este “sentido de ignorancia, un sentido fuera del contexto de la historia, y nadie hubiera pensado que lo repitiera una vez más”.

Y explicó: “De ignorancia, porque la Iglesia ha expresado, en varias ocasiones, un mea culpa por lo que a ella toca, pero en donde también se realizaron cosas extraordinarias. Sin negar la agresión de los conquistadores, podríamos mencionar a Fr. Bartolomé de las Casas, a Tata Vasco y a cuantos defendieron verdaderamente a los indígenas”.

Añadió: “La tercera ocasión en que se pidió perdón lo hizo Juan Pablo II hace 38 años, cuando celebramos los 500 años de la llegada de Cristóbal Colón”. Y “cuando vino el Papa Francisco a México, en 2016, estuvo en Chiapas con los pueblos indígenas, y él ahí, nuevamente, pidió perdón por lo que le toca a la Iglesia”.

Pero ahí mismo dijo, también, que “ya no es tiempo de estar mirando al pasado, sino de tomar la responsabilidad, los gobiernos y la sociedad. Porque los pueblos indígenas siguen marginados 500 años después, y eso no es asunto ni de la Iglesia, ni de la corona española” sino, en el tiempo presente, de la así llamada 4T. Que alguien le explique al Ejecutivo su anacronismo, deje su populismo y efectivamente promueva (no solo compre votos) a los pueblos originarios.

En efecto, como también lo señala el P. Mario Ángel, la solicitud de López Obrador es, más bien, una provocación con maldad. “Provocación porque ya sabemos que es parte de la estrategia de este gobierno lanzar una serie de expresiones fuera del contexto con algunas mentiras, con intención de provocar una discusión”.

La respuesta del Papa a esta provocación, a esta solicitud presentada por la señora Beatriz, la podemos encontrar en su última encíclica, “Hermanos todos”, cuando critica al populismo, que “se convierte en la habilidad de alguien para cautivar e instrumentalizar políticamente la cultura del pueblo, con cualquier signo ideológico, al servicio de su proyecto personal y de su perpetuación en el poder”.

Es provocador AMLO porque, además, confronta al Papa con los Obispos de México. Apenas el pasado 8 de octubre criticó a los prelados “por no rechazar el neoliberalismo como lo hace el Papa…, yo no escucho que aquí se hable como lo hace el Papa”, dijo, y pidió que “ojalá y cuando menos la jerarquía siga su ejemplo”. ¿Así o más claras sus intenciones?

Volver arriba