"Nos unimos al dolor de la comunidad de Tlehuelilpan...", obispos de México




Comunicado de la presidencia y secretaría general de la Conferencia del Episcopado Mexicano en relación a la explosión de un ducto de combustible en el Estado de Hidalgo ocurrido el viernes 18 de enero.

A 19 DE ENERO DE 2019

A TODOS LOS FIELES CRISTIANOS CATOLICOS DE LA COMUNIDAD DE TLAHUELILPAN Y DE LA DIÓCESIS DE TULA, Y A TODOS LOS HERMANOS Y HERMANAS DE NUESTRO PAIS.


A nombre de todos los obispos y sacerdotes de México, nos unimos al dolor que sufre la comunidad de Tlahuelilpan, perteneciente a la diócesis de Tula, junto con su obispo Mons. Juan Pedro Juárez Meléndez, y con todo el Estado de Hidalgo, especialmente. Ofrecemos todas nuestras plegarias y eucaristías, así como nuestra solidaridad con las familias de las víctimas, heridos y desaparecidos.

Apreciamos y alentamos la compañía y el consuelo que el Sr. Obispo y sus sacerdotes, están ofreciendo, en hospitales y capillas funerarias, a los familiares de todos los afectados por este accidente.

Esta situación ha provocado una conmoción en todo el país, por lo que nos unimos a las plegarias, vertidas en lágrimas, de todas las personas que sufren y lloran en este momento, ante nuestra Madre de Guadalupe, para recibir de Ella, el alivio, la fortaleza y el consuelo que en esta hora necesitamos.

Hacemos nuestra la plegaria de Mons. Juárez Meléndez, que implora fervientemente en la casita de la Morenita, pues María no nos abandona y siempre está cerca de nosotros y nos dice una vez más: ¿Acaso no estoy yo aquí que soy tu Madre? Solo, en Jesucristo su Hijo, muerto y resucitado, Ella puede mostrarnos ante estos hechos, el camino de la esperanza, de la luz y del consuelo.

Ponemos en sus benditas manos, a aquellos que el Señor ha llamado a su encuentro, para que les conceda el eterno descanso; rogamos por la salud de aquellos que están heridos, y suplicamos por los que aún están desaparecidos, hacemos votos para que se tengan buenas noticias de ellos.

Que Dios nuestro Padre, bondadoso y misericordioso se apiade de nosotros y nos conceda la fortaleza de su presencia, para afrontar estos momentos de tanto dolor y sufrimiento, confiando en su Palabra, que nos da esperanza, nos cura y nos salva.

Santa María de Guadalupe, ruega por nosotros.

Mons. Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey y Presidente de la CEM


Mons. Alfonso Miranda Guardiola
Obispo Auxiliar de Monterrey y Secretario General de la CEM
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