Representante papal y Vicepresidente de los Obispos de México reflexionan sobre tema de Jornada Mundial de la Paz 2021 Esta época necesita “una verdadera revolución”: Nuncio Franco Coppola

Esta época necesita “una verdadera revolución”: Nuncio Franco Coppola
Esta época necesita “una verdadera revolución”: Nuncio Franco Coppola

“La esencia del cuidado del otro es la promoción de la dignidad de la persona humana, de solidaridad con los pobres e indefensos”, afirma el representante diplomático.

Las actuales circunstancias exigen “caminos de paz que lleven a cicatrizar las heridas” formando s artesanos de paz “dispuestos a generar procesos de sanación y de reencuentro con ingenio y audacia”, señaló Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia.

En la acostumbrada misa de inicio de año, solemnidad de María, Madre de Dios, presidida en Basílica de Guadalupe, el nuncio apostólico en México, Franco Coppola, dedicó la homilía en torno a la Jornada Mundial de la Paz y el tema de la Cultura del Cuidado como vía de la paz propuesto por el Papa Francisco.

Sin dejar de lado los problemas generados por la pandemia, el diplomático de la Santa Sede recordó a quienes han sufrido especialmente en este tiempo, “muchos han perdido un familiar, muchos se han quedado sin trabajo…” y dio especial mención al personal médico dedicado a dar más intensamente la vida por el cuidado de los demás, esforzándose hasta el punto de que “algunos de ellos han fallecido por estar cerca de los enfermos y salvar su vida”, sin otra recompensa que la de entregarse a los demás sacrificando su comodidad. “Cuánta gente ha dedicado su vida, de una manera especial en este año que ha pasado, cuidando a los demás, cuidando a los de su familia o cuidando a desconocidos completamente…”

El cuidado de los demás tiene raíces bíblicas, “desde la creación hemos sido llamados a cuidar de la creación”. Según el nuncio Coppola, la esencia del cuidado del otro es la promoción de la dignidad de la persona humana, de solidaridad con los pobres e indefensos, la preocupación por el bien común y la salvaguarda de la creación, vías que ayudan a construir la paz tan necesaria en una “época como la nuestra dominada por la cultura del descarte, frente al agravamiento de las desigualdades dentro de las naciones y entre ellas… una época en la cual se llega a la pretensión ciega de considerar el derecho humano de matar niños inocentes e indefensos… Esta época necesita un cambio radical, una verdadera revolución, el otro no es una amenaza sino alguien que da sentido a mi vida”.

El nuncio apostólico acentuó el significado del año dedicado a san José, mismo que inició el pasado 8 de diciembre para culminar en ese mismo día de 2021. Franco Coppola señaló que la cabeza de la Sagrada Familia de Nazaret, “tuvo un papel… el de cuidar… cuidar a su esposa, cuidar al Niño Dios”.

Recordó la importancia de la familia como la institución fundamental dedicada al cuidado de los cónyuges y de los niños. Al finalizar la homilía, el diplomático invocó a la Virgen María para que todos nos pongamos bajo su cuidado, “que no nos falte nunca la experiencia de cómo nos cuida para que, a la vez, cuidemos a los que Él pone en nuestro camino”.

carlos garfias 2021

“Hacen falta caminos de paz para cicatrizar las heridas”: Vicepresidente de la CEM

Por su parte, el arzobispo de Morelia y vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Carlos Garfias Merlos, dirigió un videomensaje en el que hizo una profunda y dedicada reflexión en torno al tema de la Jornada de la Paz 2021: “Iniciemos este Año Nuevo con el propósito de ser constructores de paz en medio de nuestro mundo, de nuestra sociedad y de nuestras comunidades a pesar de la crisis sanitaria de COVID-19. Atendamos el llamado que nos hace el papa Francisco en su Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz 2021: La cultura del cuidado como camino de paz: cultura del cuidado para erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que suele prevalecer hoy en día”.

Carlos Garfias señaló que el núcleo del cuidado es la promoción de la dignidad de las personas como “fin en sí misma, no puede ser un simple instrumento que se aprecia sólo por su utilidad, además ha sido creada para convivir en la familia, en la comunidad, en la sociedad, donde todos los miembros tienen la misma dignidad”, en torno al bien común, cada actividad, sea política, social y económica, tienen plena realización sólo si “los grupos y cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácilmente su propia perfección”. Para el arzobispo, el año del covid-19 mostró nuestras debilidades y fragilidades e hizo cobrar conciencia de que todos somos importantes y necesarios: “La solidaridad expresa concretamente el amor por el otro, no como un sentimiento vago, sino como determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, dar al otro a fondo perdido, dar todo lo que esté al alcance por el bien de todos y cada uno, para que lograr que cada quien seamos verdaderamente responsables de todos”.

El mensaje también fue propicio para advertir sobre la promoción del cuidado de la creación donde la paz y la justicia están ligados. “La cultura del cuidado, como compromiso común, solidario y participativo para proteger y promover la dignidad y el bien de todos, como una disposición al cuidado, a la atención, a la compasión, a la reconciliación y a la recuperación, al respeto y a la aceptación mutuos, es un camino privilegiado para construir la paz”.

Recordando que las actuales circunstancias exigen “caminos de paz que lleven a cicatrizar las heridas”, el vicepresidente de los obispos de México señaló la urgencia de formar a los artesanos de paz “dispuestos a generar procesos de sanación y de reencuentro con ingenio y audacia”. La humanidad sacudida por la crisis “avanza con dificultad en busca de un horizonte más tranquilo y sereno, el timón de la dignidad de la persona humana y la “brújula” de los principios sociales fundamentales pueden permitirnos navegar con un rumbo seguro y común”.

Carlos Garfias concluyó su mensaje agradeciendo la declaratoria de Venerable del primer obispo de Michoacán, Vasco de Quiroga, demos a conocer su testimonio de virtudes heroicas que hoy lo hacen ser reconocido en el camino de que pronto sea proclamado Santo de nuestra Iglesia”, a la vez que insistió en a todos a aprender a vivir en paz, ser artesanos de paz, “empeñosos en crear un ambiente de confianza, armonía y unidad que nos permita construir juntos la paz tan anhelada, fruto de la comunión y participación, fruto de nuestro cuidado personal y comunitario, fruto de la verdad y justicia, fruto de la interiorización en nosotros mismos y de hacer lo correcto, siguiendo un comportamiento humano que refleje en nosotros la imagen de Dios”.

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