"Fue en torno al año 303 ó 304 cuando Eulalia fue martirizada en la antigua colonia romana de Augusta Emerita con tan solo doce o trece años, según la tradición cristiana, al negarse a renunciar a su fe en Cristo bajo las persecuciones del emperador Diocleciano"
"El martirio de Eulalia en la entonces capital de Hispania propició que tuviera mucha más trascendencia y se divulgara por todo el Imperio Romano, por lo que empezaron a llegar a Mérida viajeros de oriente y occidente, hasta tal punto que la ciudad se convirtió, junto a Roma y Jerusalén, en centro de peregrinación de la cristiandad"
"La gente, igual que ahora va a peregrinar a Santiago de Compostela, en los siglos IV, V y VI viene a peregrinar a Mérida en torno a esa figura de la mártir", destaca Félix Palma, para quien "hay que precisar, porque la historia lo dice así, que Mérida fue antes que Santiago".
"Mérida no aspira a convertirse en Santiago de Compostela, pero quiere recuperar parte de su pasado como ciudad que ofrece también al visitante y al creyente un rico patrimonio religioso, además de poner en valor esos caminos que hicieron del culto a Eulalia el primer destino de peregrinación de Europa occidental"