El baldaquino levantado por el genial Gian Lorenzo Bernini en el centro de la basílica vaticana ha recobrado su brillo gracias a su primera restauración en 250 años y ha revelado, de paso, los restos 'de vida cotidiana' que quedaron en sus alturas monumentales

El templo, que se está engalanando por el Jubileo, además de la restauración del baldaquino y de cambiar la mampara que protege a la 'Piedad' de Miguel Ángel, ha emprendido la limpieza del otro monumento de Bernini: el Altar de la Cátedra

En lo que dura la restauración se ha aprovechado para extraer por primera vez el trono de madera, ahora expuesto en la sacristía de la basílica y que en las próximas semanas se mostrará al público

El baldaquino de la basílica de San Pedro realizado por el genio del Barroco italiano Gianlorenzo Bernini afronta una "titánica" restauración de diez meses, en la perspectiva del ya inminente Jubileo de 2025

Para realizar la obra, confiada por Urbano VIII, en 1624, a un joven Bernini, este contó con la colaboración de su gran rival, Francesco Borromini, además de un nutrido grupo de talentosos escultores, fundidores, carpinteros y trabajadores especializados

La restauración va a ser "particularmente compleja y articulada" gracias "a una importante investigación científica y de archivos" que incluye más de 6.000 fotografías tomadas con drones

"¿Por qué lo hacemos? Bueno, en primer lugar: ¡Es el Baldacchino de Bernini! afirmó el caballero supremo de los Caballeros de Colón, Patrick Kelly