La Diócesis de Tapachula mostró su preocupación y sentimientos de molestia ante los lamentables acontecimientos que se están viviendo en su diócesis, al sur de México y es que aunque confiaron que Dios ayudará a que pronto se solucionen estas dificultades gravísimas, destacaron que hoy solo están que sorteando el sufrimiento, temor, sangre y muerte, especialmente en las comunidades de las Parroquias de la Foranía Sierra.

Señalaron la “indiferencia” y hasta “complicidad aparente” tanto de la Guardia Nacional como del Ejército y aseguraron que siguen esperando que intervengan para hacer lo que les corresponde: restablecer el estado de derecho en nuestras comunidades.

Mediante un mensaje a la comunidad a las personas que trabajan por dinero para los cárteles de la droga “sometiendo, amenazando y entregando a sus propios hermanos” que no se dejen ganar por la ambición y corrijan desde hoy aquello de lo que pudieran arrepentirse el día de mañana.

Durante la celebración eucarística en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en el centro del municipio de Río Blanco en Veracruz se registró un incidente que generó indignación en la comunidad, debido a que elementos armados de la Guardia Nacional interrumpieron la misa y entraron al templo persiguiendo a una persona migrante que supuestamente había entrado a refugiarse.

El párroco Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis de Orizaba, a la cual pertenece el templo, mediante un comunicado denunció los hechos y aseguró que esta irrupción es «de modo comparable a lo sacrílego», ya que se detuvo la celebración y el momento sacramental ante decenas fieles.