La hambruna en Gaza hace imperativo un alto el fuego inmediato y permanente, expresa Manos Unidas

"Como organización que basa su existencia en la defensa de los derechos humanos y en la lucha contra el hambre y sus causas, abogamos por la apertura segura de los corredores de ayuda humanitaria en Gaza y por la liberación de todos los rehenes"

"En una situación como esta, ya no podemos hablar solo de falta de alimentos. La comida existe, las medicinas están ahí –amontonadas en la frontera–, pero no llegan a quienes las necesitan"

"Utilizar el hambre como arma de guerra es un recurso cruel e inhumano que condena a muerte o a tener secuelas de por vida"

"Pedimos la paz y que el derecho a la vida se abra paso en una tierra duramente castigada"

La hambruna también afecta a sus trabajadores: según hospitales locales, 21 niños ya han muerto por escasez de alimentos en tan solo unos días

Mientras tanto, en la Franja, la gente sigue muriendo en ataques israelíes, pero también mientras busca ayuda: mil víctimas, según una estimación de la ONU

La inflación galopante, en un 46,6%, encarece los precios de los productos básicos

En el país caribeño, 5,4 millones de personas luchan por alimentarse a sí mismas y a sus familias todos los días, lo que representa una de las proporciones más altas de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda

El Programa Mundial de Alimentos hace un llamado urgente para que se brinde un apoyo amplio a fin de aumentar masivamente la asistencia para las familias

Manos Unidas ha apoyado dos proyectos con nuestro socio local, Cáritas Puerto Príncipe: uno de desarrollo y otro de emergencia

Este es el llamamiento de la directora ejecutiva de la organización sudanesa The Female Guardians, con ocasión de una campaña para llamar la atención del mundo sobre la tragedia humanitaria en Sudán

La iniciativa durará 30 días, incluidos 24 días de huelga de hambre, con el objetivo de destinar el valor de los alimentos no consumidos a los refugiados sudaneses en el campo de Kiryandongo en Bweyale

Unas 7.000 madres que acaban de tener a sus hijos corren el riesgo de morir con ellos debido a la escasez de alimentos