Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, será juzgado por los presuntos delitos de conspiración y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense
Entre los 12 testigos que declararán contra el obispo, muy crítico con el Gobierno del presidente Daniel Ortega, se encuentran tres policías, dos trabajadores del Estado y simpatizantes sandinistas, según los datos generales del asunto publicado por el Poder Judicial
El régimen de Ortega ofreció el exilio al obispo para evitar la cárcel, quizás un preludio de un juicio con sentencia previa
Mientras, concluyó el juicio en contra del padre Oscar Benavides, párroco de la iglesia Espíritu Santo, del municipio de Mulukukú, de la Diócesis de Siuna, quien ha sido condenado a ocho años, tras ser considerado culpable de los mismos cargos