La enmienda prevé penas de cárcel de hasta tres años si no se cumple la ley, marcando claramente que la divulgación de abusos durante la confesión religiosa no está exenta y debe ser denunciada a las autoridades
La activista contra los abusos a menores Chrissie Foster ha calificado la legislación como un avance y ha indicado que era un "día histórico"
"El sacerdocio católico dice que el secreto de confesión es sacrosanto. Sacrosanto significa que algo es demasiado importante o valioso para ser perturbado. Bueno, yo digo que los cuerpos y la vida de los niños son sacrosantos", ha añadido