El preámbulo de este Onze de Septiembre en Cataluña ha tenido este martes esencia religiosa desde el Parlament de Cataluña, donde la abadía de Montserrat recogía la Medalla de Honor en su categoría de oro
“Durante mil años, se han podido cometer errores, algunos conocidos y otros enterrados por el tiempo –decía Gasch–, pero todo ayuda a crecer si esto se acepta y se reconoce con sinceridad”
Un reducido grupo de manifestantes recelaba de esa entrega, “que desacredita a una institución política como es el Parlament al homenajear a otra [la de Montserrat] que no ha hecho los deberes para desprenderse de un presunto caso de abusos sexuales por parte de un monje en el pasado”, como explicaba a los periodistas el activista y víctima Miquel Hurtado