El fallo confirma la propiedad de un monasterio que "vienen poseyendo, ampliando, cuidando y atesorando pacíficamente desde 1485 y sin interferencia alguna que pudiera suponer la existencia de otros derechos que los exclusivamente son de las jerónimas, haya dado sus frutos, pese las enormes dificultades que nos ha presentado el oponente"

El pasado 13 de julio de 2022 una sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia nº 9, por la que se canceló el asiento inmatriculatorio a favor del Obispado, datado en noviembre de 2014. Así las cosas, el fallo dio la razón a las religiosas en su litigio contra la diócesis de Mallorca, con el que llevan años pleiteando por la titularidad de este valiosísimo conjunto patrimonial