La gran tragedia de muchas de nuestras parroquias e iglesias es que la pascua se haya olvidado de la pasión de las víctimas, que la fe se haya desentendido de los sufrimientos y de la muerte, que el domingo sea sin viernes.

El mensaje fundamental de la pascua cristiana que celebra la resurrección del Crucificado es una exhortación y una invitación a toda la humanidad para que “pasemos” de formas de muerte a formas de vida, de cultura violenta y fratricida a una civilización del amor, a una cultura de la esperanza solidaria