“No hay carisma de origen divino”. Ni nunca lo hubo. Ni en el tronco central de la organización (el Sodalicio de Vida Cristiana) ni en sus tres ramas: la Fraternidad Mariana de la Reconciliación, las Siervas del Plan de Dios y el Movimiento de Vida Cristiana
La firma del Papa lleva aparejada la fórmula “Approvo in forma especifica”, que quiere decir que Francisco hace suyo el decreto, contra el que no cabe recurso alguno
La consecuencia es clara y el decreto promulga, “en virtud del canon 732 y del canon 584”, la supresión del Sodalicio y de todas sus sucursales, que, desde la notificación del presente decreto, se convierten en “entes canónicamente suprimidos”
Además de la voluntad de reparar el escándalo y resarcir a las víctimas, Roma espera que los miembros del Sodalicio “colaboren con la máxima disponibilidad en todos los procedimientos para el inventariado y la enajenación de bienes, cuyos ingresos serán utilizados para resarcir a las víctimas”